La psicoterapeuta Carla María «Un porcentaje muy bajo de abusadores posiblemente pueda tratarse con estos fármacos. Son aquellos que tienen una hipersexualidad compulsiva y desviada, coercitiva o pedófila. En estos raros casos, en torno al 10%, con el consentimiento del interesado y como parte de un tratamiento global, hoy en día ya se pueden utilizar antiandrógenos. En todos los demás casos, el uso sería inútil y equivalente al castigo corporal, inconstitucional”.