Hay varias teorías que explican cómo se puede politizar la identidad de género en la derecha: para hacer más tranquilizador un programa, para reiterar un mito fundacional, para confirmar un papel disruptivo, para defender ciertas libertades. Lo que está claro es que no existe una correlación obvia entre el liderazgo femenino y las políticas sociales feministas. De lo contrario.

En la Rusia de Putin, la condición de las mujeres está empeorando dramáticamente. Desde la condena de 7 años a Sasha Skochilenko por etiquetas de supermercado hasta el perdón de violadores si van a luchar a Ucrania. Y luego las políticas para limitar el aborto, con el apoyo de la Iglesia Ortodoxa. Pero los grupos feministas, a la vanguardia del movimiento pacifista, no se rinden

Su culpa parece ser la de haber preferido la guerrilla al silencio, las palabras incómodas al llanto, la mirada oscura y las tachuelas al traje de luto. A pocos días del feminicidio de su hermana Giulia, las palabras de Elena Cecchettin causan discusión. A sus 24 años dice cosas que siempre han dicho activistas, movimientos feministas y asociaciones que trabajan con mujeres víctimas de violencia. El escándalo es que está hablando la hermana de uno de ellos. En lugar de lamer sus atroces heridas y permanecer en silencio, habla