El Napoli sabe reaccionar pero se mantiene distante. Los rossoneri mostraron falta de estabilidad, Inzaghi y Allegri lo aprovecharon
Inter y Juve ganan en San Paolo. Sí, has leído bien: el empate 2-2 entre Nápoles y Milán ayuda especialmente a los dos primeros de la categoría. La carrera por el scudetto es todavía larga, faltan 28 jornadas, una eternidad, pero cada vez más se asemeja al llamado derbi italiano. El Milán se liberó en ataque, pero dejó a Maradona con la certeza de haber desperdiciado una gran oportunidad.
milán desvaneciéndose
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Los rossoneri siguen unidos al grupo de cabeza porque las diferencias son mínimas, pero exponen fragilidades preocupantes. ¿Pero cómo? Estás contento de que, después de quedarte vacío en las tres salidas en Europa, logras hacer un doblete en diez minutos, luego desperdicias tanta bondad y te dejas atrapar… Pioli a veces incluso pone su propio esfuerzo, pero con razón no hay paz ante regalos similares a los actuales campeones italianos. Kvaratskhelia y compañía reaccionaron bien, incluso corrieron el riesgo de ganar al final, pero se alejaron más de la cima. Se van desvaneciendo lentamente, como si ya se hubieran resignado a abdicar.
Nápoles más barriga que cabeza
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El Napoli demuestra que sigue vivo, pero para defender el título debe lograr una hazaña. El empate con el Milán tiene su notable peso específico, pero parece haber sido conseguido más desde las entrañas y el corazón que desde la cabeza. García lo intenta, pero tras la falta de aire de los últimos meses vemos que está debilitado, tiene menos agarre al coche. El Milán no aprovecha los resbalones de los azzurri, no gana el partido directo, reflexiona sobre el despilfarro y paga.
El Inter se ríe
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El que sonríe y baila solo es el Inter, cumpliendo con su deber. En el sentido de que responde al tiro alto de la Juve y mantiene a sus vecinos en menos tres. Inzaghi y su equipo mantienen su distancia en el podio del campeonato, ayudados por la idea de estar a un paso de clasificarse para el grupo de la Liga de Campeones, que no es poca cosa. El encuentro con los ex grandes, Mourinho y Lukaku, trajo consigo una pesada carga de recuerdos, buenos y malos. En determinadas situaciones se corre el riesgo de perder de vista el objetivo principal: sería una de las típicas situaciones que permiten contar con las más variadas coartadas. Y en cambio no fue necesario desestabilizar al ex delantero centro del último campeonato con pitos y otros instrumentos: Lukaku triste, solitario y nada definitivo, jugó un partido en total anonimato, como si no quisiera ser notado. Mucho, o más bien poco ruido, con el primer disparo de la Roma en el minuto 66 y con dos balones tocados en el área nerazzurri. Una escasez desarmante, con José descalificado en la galería de prensa que aparcó el clásico autobús delante de su puerta, doble para él que vive en Londres. El Inter está al mando no por casualidad, sino porque mantiene la continuidad de actuaciones y resultados, como se espera de una plantilla que esta vez es más rica en soluciones que sus competidores directos. Los líderes no siempre son brillantes, lucharon mucho contra un rival gruñón, pero con un juego y una propuesta de calidad que no estaba a la altura de los líderes. A los nerazzurri nunca les pilla con la guardia baja, ni siquiera en las segundas líneas, destilan el 1-0 tras una supremacía territorial implacable. Lo más reconfortante para Inzaghi es el crecimiento constante de Thuram, un hijo del arte con un buen currículum, pero que ciertamente no llegó a Italia con la etiqueta de asesino de la zona. Ahora el francés está disfrutando, apuntando más al gol y resultando decisivo. Si seguimos así, los arrepentimientos por no fichar a Lukaku quedarán completamente eliminados.
juve astuta
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La Juve, tras la noche en la pole después de tres años, se mantiene segunda. Los nerazzurri siguen de cerca después de haber afrontado un comienzo agotador y con obstáculos, más ambientales que técnicos. Es astuto, no llena los ojos de belleza, pero resulta sólido y eficaz. Para reforzar las virtudes y ventajas de la “cara corta”, hay cero goles encajados durante siete partidos seguidos, lo que no es precisamente baladí. Allegri ha encontrado así un equilibrio atrás, ahora espera un superávit sobre todo de Vlahovic y Chiesa, los dos que podrían dar el acelerador en el resto del torneo. Los bianconeri están ahí, ya no son vistos como subcampeones del sprint italiano, como aparecían a principios de temporada. Queda un partido para marcar en rojo en la jornada 13, en el Allianz Stadium contra el Inter: allí entenderemos si la Juve tiene intenciones serias. Como una verdadera dama de otros tiempos.
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