Sal para lo dulce y dulce para lo salado. Parece una locura, pero así se crean las comidas con el sabor más equilibrado.
Mari Moilanen
Agregar azúcar a alimentos ácidos, por ejemplo a base de tomate, equilibra la acidez de la comida y la hace agradable al paladar.
Sin embargo, el azúcar no endulza la comida. Así que recuerda un toque dulce en la tradicional sopa de mortadela y tomate.
Asimismo, una pizca de sal en la bollería dulce intensifica su delicioso sabor. Una pizca de sal funciona especialmente bien para condimentar delicias de kinuski y chocolate, pero también vale la pena agregar sal a la base del pastel.
La sal de dedo espolvoreada sobre la superficie de la ensalada también resalta sorprendentemente el sabor de las verduras. ¡Intentalo!