Son las vacaciones de otoño y en la biblioteca el hombre que tengo delante habla con una señora mayor, suponiendo que es una empleada. “¿Me puedes ayudar?”
“Aquí no trabajo”, dice sarcásticamente la mujer, “estoy aquí con mis tres molestos nietos”.
A lo que el hombre responde bastante secamente: “Oh, ¿se parecen a ti?”
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