El centrocampista, ya fuera de la plantilla, estaría a punto de trasladarse al club de la capital qatarí. A menos que decida ir a las trincheras y resistir hasta enero…
– París
De espaldas a la pared. Para Marco Verratti, la única salida ahora es la que conduce a Doha. El acuerdo con Al Arabi es sólo una cuestión de formalidad, según los rumores parisinos. En definitiva, salvo idas y vueltas, el centrocampista dejará el club del Emir de Qatar para trasladarse al club de la capital qatarí. Una operación de 50 millones de euros para las arcas del PSG que ayer también excluyó al centrocampista de la lista de la Liga de Campeones, obligándole a rendirse ante la evidencia. Para Verratti, también olvidado por la selección de Spalletti, ya no hay lugar ni siquiera en París. La única alternativa es la trazada, aunque con un compromiso más o menos duplicado.
COMPRENSIÓN
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Verratti hacía tiempo que comprendía que después de 11 años ya no existían las mismas ganas de seguir juntos, con el PSG. Para ello ya había apoyado en mayo primero al tribunal de Al Hilal y luego al de Al Ahli. Sin embargo, el acuerdo se alcanzó con un intermediario no oficial, lo que enfureció a los saudíes, que se retiraron de las negociaciones. Así entró el Al Arabi, después de que Luis Enrique comunicara formalmente al jugador que no contara con él. De las palabras, el técnico pasó a los hechos, excluyéndole de las convocatorias para las cuatro primeras jornadas del campeonato, a pesar de haberle llevado a la concentración entre Japón y Corea del Sur.
MANCHA
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Sin embargo, Verratti esperaba algunas llamadas de Europa. Algunos clubes, como el Atlético de Madrid, se han presentado, pero sólo para investigar las condiciones, que rápidamente se consideraron fuera de su alcance. El PSG partía de una cotización de 80 millones. A lo que le sumamos los 14,5 millones de sueldo bruto, fruto del periplo parisino del jugador de los Abruzos, que llegó como una incógnita en 2012 y se convirtió en uno de los centrocampistas más fuertes del momento. Sin embargo, algo se trabó durante la última temporada marcada por otro choque en la Liga de Campeones. Y para pagar, como Messi y Neymar, de quienes estaba mucho más cerca que Mbappé, también estuvo Verratti.
OFERTA
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Así, ayer el PSG, ahora hecho a la medida de Mbappé, dio un paso más hacia la separación, excluyendo a Verratti de la competición más codiciada. Fuera de la Liga de Campeones: un mensaje ligeramente subliminal para hacer entender al italiano que acepta la propuesta de Al Arabi que le garantizaría un salario de ocho a diez millones menos que el ofrecido por los saudíes, que triplicaron su salario. A estas alturas, Verratti no puede más que ceder, desplazándose al desierto del fútbol a los 30 años, en una liga ya marginal, aplastada también por el emergente torneo saudí, lleno de estrellas internacionales. A menos que el conjunto azul, con contrato hasta 2026, decida entrar en la trinchera y aguantar hasta enero, esperando que surja algún proyecto deportivo más atractivo que le permita seguir brillando, incluso en Europa.
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