«Continuaré el trabajo de Alexei Navalny». Así que Yulia Navalnaya, esposa del líder disidente que murió en una colonia penal rusa el viernes pasado, asumió ella misma la batalla de su marido. Pero hay muchas mujeres que abiertamente toman partido, arriesgándose personalmente contra Putin y sus aliados. Como Svetlana Tikhanovskaya, la líder de la oposición bielorrusa, muy cercana a Yulia Navalnaya, esposa de Serhej Tikhanovskaya, en prisión. Como Evgenia Kara-Murza, esposa de Vladimir Kara-Murza, que también se encuentra en prisión. Como Zhanna Nemtsova, hija de Boris Nemtsov, asesinado en 2015. Pero también están las esposas y madres de soldados alistados en Ucrania, y las activistas del FAS, la resistencia feminista contra la guerra.

Si la Asamblea Constituyente negó a las mujeres el acceso a la competencia para convertirse en magistradas (el prejuicio era que eran demasiado apasionadas, poco dadas a la lógica, alegres, impulsivas y "tenaz"), los jueces han podido establecerse con el tiempo, pieza a pieza. Superación "falta de cultura" de la época, afirmando a veces su propia especificidad femenina y siempre defendiendo la ley. Una historia tan apasionante como una novela, tan apasionante como cualquier gran batalla feminista

En la miniserie de televisión. "circeo", que cuenta la historia de la masacre ocurrida en 1975 en Roma, la actriz interpreta a la abogada de Donatella Colasanti. Un personaje ficticio, inspirado (también) en Mariella Gramaglia. «Ella era periodista, una feminista histórica. Traje su actitud combativa conmigo.» Porque feminismo «significa exigir y querer la igualdad de derechos no sólo para las mujeres, sino para todas las personas discriminadas. El feminismo no es lo contrario del machismo»

«Si eres mujer, en Italia también mueres de lengua», escribió Michela Murgia. Pero la suposición de que las palabras son una herramienta para confirmar o contrarrestar prejuicios en la sociedad se remonta a 1986, cuando la lingüista y activista feminista Alma Sabatini realizó el primer estudio sobre el sexismo lingüístico. Desde entonces el debate sobre el tema se ha acalorado y enriquecido con diversas aportaciones, la mentalidad ha cambiado mucho. Pero las Directrices de la Ciudad Metropolitana de Milán también pueden ser útiles para hacer realidad lingüística la transformación en curso de la sociedad. Para ser aplicado en documentos y convocatorias de concursos, pero no solo