¿Se acabará la vigésima medalla Emmer-Compascuum? D66 hace preguntas parlamentarias

Legado de la extracción de turba

El vigésimo penique forma parte de los derechos de arrendamiento que datan de la época de la extracción de turba en Drente. En 1874 fueron declaradas perpetuas por Real Decreto. Cada vez que se vende una vivienda situada en estos terrenos, se debe pagar al propietario de ese terreno la vigésima parte del precio de compra, es decir, el cinco por ciento. Esto podría implicar cantidades importantes.

Si quiere comprar una casa con un precio de venta de 300.000 euros, pagará 15.000 euros además de ese precio de venta, sin incluir los gastos del comprador. Además, el propietario paga cada año una determinada cantidad, el llamado alquiler del terreno, al propietario del terreno. Originalmente era un Reichsdaalder por año, pero durante la época del euro se convirtió a 1,13 euros.

En aquel momento se trataba de casi 300 parcelas en Emmer-Compascuum y aproximadamente 700 parcelas en Emmer-Erfscheidenveen, más al sur. En los últimos años ha habido una oposición regular a la obligación. Un grupo de trabajo ha intentado abolir el plan desde finales de los años 1980. Por ejemplo, se intentó lograr una modificación de la ley a través de la Cámara de Representantes. Ese intento fracasó.

Para Emmer-Compascuum, el plan sigue siendo la manzana de la discordia financiera. Emmer-Erfscheidenveen tuvo mejor suerte. En ese pueblo, los derechos recaían en las entonces juntas de turba (responsables del cultivo de turba y la gestión del agua), que finalmente se fusionaron con la junta de aguas. Esto transfirió los derechos a los arrendatarios en 2006.



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