Después de la agotadora renovación parecía listo para convertirse en el campeón que dirige el Milan. En cambio, Rafa no ha progresado, al contrario: lleva un mes sin marcar y no lo vemos mucho en partidos importantes.
“Leao es el jugador que más tiempo pasó en mi despacho”, decía sonriente Pioli hace un semestre. Sonreía porque Rafa finalmente estaba doblando una esquina y floreciendo, parecía objetivamente encaminado hacia ese paso -ciertamente no el último, pero sí uno de los más importantes- que era trasladarlo del entrepiso al ático. Seis meses después, es razonable pensar que Rafa tendrá que pasar varias horas más en ese despacho.