Las fuerzas rusas han intensificado significativamente los ataques en el este de Ucrania. Según el gobernador ucraniano en Luhansk, los rusos están tratando de romper las líneas de defensa ucranianas en Kreminna, entre otras cosas. Esa ciudad ya está en manos de Rusia, pero un gran avance acerca a los rusos a la ciudad mucho más grande de Kramatorsk.
Kreminna se encuentra a unos 70 kilómetros de Kramatorsk. Esa ciudad, junto con Sloviansk, es el último bastión que queda de Ucrania en la provincia de Donetsk.
Los rusos llevan meses intentando acercarse a las dos ciudades. Donetsk es una de las cuatro provincias anexadas ilegalmente por Rusia. Eso significa que el presidente ruso, Vladimir Putin, lo considera ilegalmente territorio ruso. Los rusos nunca han controlado completamente la región. Además, la anexión apenas es reconocida internacionalmente.
Según el gobernador Serhiy Haidai, el ejército ucraniano está aguantando, pero necesita más armas, equipo pesado y munición de artillería. “Puedo confirmar que ha habido un aumento significativo de ataques y bombardeos”, dijo el director regional a la televisión ucraniana. “Hasta ahora, esos no han tenido un éxito significativo”. Según él, es posible una contraofensiva con más municiones y armas.
Los expertos militares cuentan con una nueva gran ofensiva rusa
Los expertos militares han estado advirtiendo durante más de un mes sobre una nueva gran ofensiva rusa en las regiones de Luhansk y Donetsk. Con esto, al Kremlin le gustaría finalmente hacerse con el control total de las dos provincias.
Algunos analistas militares occidentales dicen que la ofensiva ya ha comenzado. Señalan las decenas de miles de tropas recientemente movilizadas enviadas al frente y el avance gradual del ejército ruso.