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Rheinmetall ha acumulado una cartera de pedidos récord por valor de 48.600 millones de euros, mientras que las ventas y los beneficios del mayor grupo de defensa de Alemania siguen aumentando en medio de las guerras en Ucrania y Gaza.
El grupo con sede en Düsseldorf dijo el jueves que las ventas en el primer semestre del año aumentaron en un tercio a 3.800 millones de euros, mientras que el beneficio operativo casi se duplicó a 404 millones de euros gracias al aumento de los pedidos de armas y municiones.
El director general Armin Papperger afirmó que la rentabilidad había aumentado “significativamente” debido al aumento de las ventas, que esperaba que siguieran aumentando anualmente en aproximadamente 2.000 millones de euros “en los próximos años”.
El grupo dijo que los proyectos clave habían incluido pedidos de artillería para Alemania y Ucrania, siendo el pedido más grande del año hasta la fecha un contrato con la Bundeswehr para vehículos blindados Boxer por un valor total de 2.200 millones de euros, incluido el servicio.
“El superciclo [in defence spending] “El fenómeno se está acelerando claramente”, añadió Papperger, quien se cree que fue el objetivo de un intento de asesinato ruso frustrado a principios de este año.
Papperger, que se ha convertido en un capo del armamento europeo y un firme defensor del apoyo militar a Kiev, ha provocado la ira del Kremlin al anunciar planes para construir una serie de fábricas en Ucrania, centradas en el mantenimiento de tanques, municiones y defensa aérea.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso dijo la semana pasada que la fábrica de municiones ucraniana de Rheinmetall, que debería estar operativa dentro de dos años, era un “objetivo legítimo” para el ejército ruso, según informes de Reuters y Al Jazeera.
Rheinmetall ya hacía negocios con el régimen de Putin en 2014, cuando Berlín le retiró su licencia de exportación a raíz de la anexión de Crimea por parte de Rusia.
Antes de que estallara la guerra en Europa, más de un tercio de las ventas de Rheinmetall correspondían a piezas no destinadas a uso militar, como sensores para la industria automovilística.
La empresa ya no desglosa las ventas de automóviles, pero el jueves dijo que las ventas en su división de sistemas de energía “que reúne la experiencia tecnológica en los mercados civiles” crecieron sólo ligeramente a poco más de 1.000 millones de euros, lastradas por el retraso de las ventas en Europa.
Rheinmetall, cuyo precio de las acciones subió más del 2 por ciento en las primeras operaciones del jueves, añadió que su mejor desempeño se debió a “los negocios con las fuerzas armadas en Alemania y los estados socios de la UE y la OTAN”.