Los líderes adelantan con Osimhen con una asistencia de Kvara, pero los giallorossi se mantienen en el partido y empatan con El Shaarawy. Luego entra Simeone y lo resuelve
Un flash de un argentino en el templo de Maradona. Un relámpago, cuando el 1-1 parece escrito, y la historia del campeonato podría haberse abordado definitivamente. Entra Simeone y marca, con la zurda en el cruce, como hizo Maradona y en la sien de Diego. En su ciudad, la que Cholito había elegido y esperado en el verano, para vivir veladas como esta. La victoria por 2-1 del Napoli sobre la Roma certifica otra escapada del equipo de Spalletti, +13 por delante del Inter, segundo clasificado. No ha terminado, por supuesto, pero ve y explica a los perseguidores que todavía hay esperanzas por el título. La Roma está amargada: un punto hubiera ayudado en la carrera por la Champions League, para la clasificación y para la moral. Y en cambio, la fiesta es solo en Nápoles: nada más que un sueño, el Scudetto, ahora, todos hablan de eso.
OBRA MAESTRA DE OSIMHEN
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Mourinho intenta apagar enseguida la luz en Nápoles, colocando a Pellegrini en el hombre de tres cuartos sobre Lobotka. Y los resultados se ven, con los Azzurri luchando por imponer el regate y siendo atacados alto por la Roma. El primer anillo es de Kvaratskhelia desde afuera, atrapado fácilmente por Rui Patricio. Entonces el Napoli se arriesgó al gollonzo (12′): en un campanario, sale Meret pero Kim se le adelanta igual mandando el balón a la portería vacía, pero el balón roza el poste. Cinco minutos después Napoli abre el partido con Osimhen: Zielinski y Mario Rui construyen, Kvara dibuja al nigeriano que entre Smalling e Ibanez baja el pecho, regatea con el muslo y pega sobre la marcha a Rui Patricio. Técnica, potencia y sentido de gol, el manual del delantero centro perfecto en tres segundos. El resto de la primera parte es de sobresaltos y tensión, llegando las emociones a la final. Lozano (45′) dispara por la derecha pero Osimhen no encuentra el gol girando la cabeza. La Roma estuvo a punto de igualar en el minuto 47: presión alta, balón robado a Kim, Pellegrini desde el fondo del cuenco para Spinazzola que volea y súper Meret salva en picado a los líderes.
CARRERA DE AJEDREZ
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La Roma se muestra más ofensiva tras el descanso, con El Shaarawy por Spinazzola por la izquierda. La primera oportunidad potencial, sin embargo, es azul: Lozano va por la derecha y sirve a Kvara en el corazón del área, pero el georgiano prefiere el control al primer saque y pierde tiempo y balón. La respuesta de la Roma llega con un tiro alto de Zalewski. Pero la Roma está ahí y empuja, aprovechando su capacidad de juego aéreo. Meret (14′) es milagroso en el remate de Cristante, luego Ibáñez es bloqueado desde una buena posición en el scrum. El Napoli se enciende con una reiniciada venenosa de Lozano, que peca de egoísmo y en lugar de servir gratis Kvaratskhelia va a una conclusión personal, acorralado por Rui Patricio.
EL ORO DEL BANCO
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La Roma apretaba, el Napoli luchaba por la reanudación y el empate llegaba a la media hora: Zalewski pescaba a EL Shaarawy en el segundo palo, Lozano se dormía y Faraón estampaba el 1-1. Spalletti intenta pescar desde el banquillo e inserta a Raspadori y Simeone por Lozano y Osimhen y es la jugada que revienta el banco y hace estallar a Maradona en el minuto 41, cuando Raspadori encuentra el pasillo para Cholito que recibe en el área de espaldas al arco, gira y con la zurda manda el balón al ángulo superior. Raspadori vuelve a intentarlo en el primer tiempo de descuento, pero Rui Patricio ataja con el pie. Maradona es un manicomio, el final es sufrimiento y adrenalina. Napoli sufre y gana, pero aun así ganan los campeonatos. Maradona canta: “se van los líderes”. Tal vez, esta vez, definitivamente.
29 de enero de 2023 (cambio 29 de enero de 2023 | 23:33)
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