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Un tribunal belga condenó a más de cien personas por delitos relacionados con drogas en el caso penal más grande jamás iniciado en el país, basado en mensajes descifrados entre miembros de pandillas.
Sky ECC, un servicio de mensajería cifrada fundado por un desarrollador canadiense y utilizado por organizaciones criminales de todo el mundo, fue descifrado por las autoridades belgas, holandesas y francesas en 2021, lo que provocó redadas y detenciones a gran escala en varios países europeos.
Basándose en esas pruebas, un tribunal de Bruselas condenó el martes a 119 personas a penas de prisión de entre 14 meses y 17 años. Los fiscales habían pedido hasta 20 años de prisión para algunos de los acusados. Nueve personas fueron absueltas de los cargos.
El caso ha puesto de relieve el creciente problema de Bélgica con la actividad criminal relacionada con las drogas, ya que su puerto de Amberes se ha convertido en la principal puerta de entrada europea para la cocaína latinoamericana. El año pasado, la aduana belga incautó 116 toneladas de cocaína en el puerto, estableciendo un récord por segundo año consecutivo.
“El tribunal quiso subrayar que este tipo de organización criminal desestabiliza la sociedad y el Estado de derecho”, afirmó Denis Goeman, portavoz del tribunal de Bruselas.
Dijo que las personas eran castigadas según la gravedad de sus delitos, que incluían tráfico de drogas, lavado de dinero, tráfico de armas, extorsión y secuestro.
Entre los principales acusados se encontraba Eridan Muñoz Guerrero, un ciudadano albanés que admitió haber dirigido una operación de tráfico de cocaína en Bruselas y fue condenado a 14 años de prisión. “Jugué y perdí”, dijo Muñoz Guerrero durante el proceso judicial, en el que su equipo legal logró reducir su sentencia de 19 años.
Europol ha descrito que descifrar los mensajes de Sky ECC proporcionó “información invaluable” sobre las organizaciones criminales.
Los abogados defensores argumentaron que el descifrado era ilegal y constituía una violación de la privacidad, pero el tribunal desestimó esos argumentos.
Kris Luyckx, abogado defensor de dos de los acusados, dijo que apelaría las sentencias contra sus clientes, que fueron condenados a 12 y 11 años respectivamente por tráfico de drogas y lavado de dinero.
El caso belga es uno entre varios en Europa basados en mensajes descifrados, y países como los Países Bajos y Francia también persiguen a los señores del crimen y sus asociados basándose en pruebas similares.