“Caillou estaba lleno de vida, listo para hacer realidad sus sueños. Haría todo lo posible para volver a escuchar su voz, pero desafortunadamente eso ya no es posible”. La madre del fallecido Caillou pronunció esas palabras en el tribunal de Den Bosch el martes. Su hijo fue pateado por un conductor ebrio un viernes por la noche en septiembre y no sobrevivió al golpe.
El conductor de 21 años estuvo en la corte el martes. Condujo la noche del 3 al 4 de septiembre con una velocidad de emergencia de Deurne a Eindhoven después de una noche de caminata. En Noord Brabantlaan en Eindhoven, donde se permiten 50 km por hora, el hombre condujo casi el doble de alto. En ese momento, el joven de diecinueve años se pasó un semáforo en rojo y lo patearon. Terminó en el hospital y murió una semana después.
Con la espalda erguida y los brazos cruzados sobre la mesa, algo indiferente, el sospechoso Amar D. escuchó los hechos. Conocía a Caillou, pero ¿cómo pudo ocurrir exactamente el accidente? Afirmó saber poco más al respecto. Según el sospechoso, eso se debió a una conmoción cerebral que habría sufrido en el accidente.
Una investigación reveló que el hombre estaba usando su teléfono poco antes del accidente, pero el sospechoso no podía recordar eso. También conducía bajo los efectos del alcohol y la cocaína, pero D. insistió en que solo había bebido más temprano en la noche. Y en lugar de frenar, aceleró en el momento en que casi atropella al ciclista. Pero D. tampoco se acordaba de eso cuando el juez le preguntó al respecto.
“Nunca tuvimos una muestra de agradecimiento. Como si la vida de Caillou no valiera nada”.
“Todas las mañanas me despierto temblando y con pánico”, dice la madre de Caillou. “Todas las noches revivo esta pesadilla. El momento en que la policía llamó a la puerta y cómo lo encontramos. Es tan irreal y difícil”.
Ante estas palabras, Amar D. tuvo que tragar saliva varias veces. El sospechoso se dirigió a la familia para pedir perdón. A la madre le resulta muy doloroso no haber tenido noticias del sospechoso después del accidente. “Como si la vida de Caillou no valiera nada”. Según D., se trataba de una ‘falta de comunicación’, la policía, según sus propias palabras, le había aconsejado que no se pusiera en contacto con él porque la familia necesitaba descansar.
El fiscal exigió doce meses de prisión, tres de los cuales fueron suspendidos, debido a la corta edad del sospechoso y sus antecedentes penales limpios. D. también tiene que entregar su licencia de conducir por tres años si corresponde al Ministerio Público.
El juez fallará el 22 de noviembre.
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