Puede que el pub se haya vuelto menos popular y menos fácil de encontrar aquí, pero sin duda siguen ahí, esos pubs de pueblo de antaño, donde jóvenes y mayores pueden encontrar un lugar en el bar. Un ejemplo de esto es The Spot on Erica. El pub Hans Rohling tiene un bar agradable y acogedor, con una mesa de billar y dardos en la pared. Él mismo tiene una imagen concreta de pub. “Marrón, rojo y papel tapiz. Y lo que tenemos ahora es mi preferencia”.
Rohling ya estaba harto de su café y estaba pensando en cerrarlo. Pero un día vio en el supermercado cercano a una joven que parecía muy adecuada para trabajar detrás de la barra de The Spot. Y Annabelle Bowles estaba interesada en eso. Así, Ericase, de 20 años, se convirtió en uno de los propietarios de cafés más jóvenes de nuestra provincia. “Veo que en el futuro el pub seguirá existiendo durante otros veinte años. Y tal vez algún día lo tomarán. El pub simplemente debería quedarse”.
El fin de semana pasado The Spot celebró su vigésimo aniversario. Según Bowles y Rohling, el punto fuerte de su pub es que no les pertenece a ellos, sino a los visitantes. Las habilidades del personal del bar son las más importantes. “Tienen que crear un vínculo entre ellos. Todos se llevan bien. Tienen que poder discutir todo y hacer cosas divertidas. Si no lo hacen, lo convierten en una aventura aburrida y nadie quiere eso.”