No es el destino lo que cuenta sino el enfoque con el que lo vives. Las mejores vacaciones son aquellas que se disfrutan de verdad, sin estrés, descubriendo nuevos rincones o vistas. En compañía de las personas adecuadas o solos, ignorando en todo caso a aquellos que no nos dan buenas sensaciones. ¿Maestros de la vida, en esta forma de tomar las cosas? Nuestros queridos felinos