Ya no quedaba mucho amor en el Hoffest del martes 3 de septiembre por la tarde en el Ayuntamiento Rojo. El evento organizado por la Cancillería del Senado de Berlín sufrió un repentino revés después de que un DJ reprodujera “L’amours toujours” desde los altavoces. La canción, popularmente utilizada en la escena de extrema derecha, causó indignación entre los políticos.
Fin abrupto de las celebraciones
Según Tagesspiegel, se escucharon abucheos por parte del público de la fiesta y luego numerosos presentes abandonaron la pista de baile en señal de protesta. La ex alcaldesa de Kreuzberg, Monika Herrmann, de los Verdes, se habría quejado: «Eso no es posible». El DJ no se habría impresionado: «Es una buena canción, no dejaré que los nazis la arruinen». lugar sin embargo, había terminado.
La elección de la canción es de mal gusto.
La portavoz del Senado, Christine Richter, comentó lo sucedido en Tagesspiegel de la siguiente manera: “El martes celebramos una fiesta maravillosa bajo el signo de la internacionalidad, la diversidad, la cohesión, la solidaridad y la libertad. La canción se ha convertido en un símbolo muy conocido de la escena de extrema derecha. Por eso está prohibido tocar esta canción en la fiesta de la corte del alcalde gobernante”.
Según el periódico Berliner Morgenpost, el alcalde Kai Wegener comentó sobre la campaña durante la inauguración de una nueva oficina ciudadana en Spandau: “Tocar esta canción es absolutamente de mal gusto. Canciones como estas no pertenecen al Ayuntamiento Rojo ni a ningún otro lugar. Ahora examinaremos las consecuencias. Pero ya puedo decir: no es necesario que el mismo DJ ponga la música todos los años”.
“L’amours toujours” sigue siendo una canción escandalosa
Actualmente parece imposible que puedas volver a disfrutar del éxito EDM de 1999 de Gigi D’Agostino en un evento musical sin preocupaciones. Los neonazis reescriben repetidamente la letra de la canción con lemas xenófobos. Este desarrollo alcanzó un triste clímax en mayo de 2024, cuando apareció un vídeo en Instagram de un grupo de jóvenes gritando las palabras “Alemania, los alemanes/extranjeros fuera” al ritmo de la canción en el Pony Club de la isla de Sylt.