Varios miles de personas salieron a las calles de la ciudad israelí de Tel Aviv el sábado por la noche. Se están manifestando contra el nuevo gobierno de extrema derecha del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Los manifestantes se reunieron en el centro de la ciudad costera israelí y rugieron por las calles. Ondeaban banderas israelíes y portaban pancartas con textos contra el gabinete de extrema derecha que se instaló a fines de diciembre.
Según los organizadores, las protestas tienen como objetivo, entre otras cosas, los planes del nuevo ministro de Justicia, Jariv Levin, para debilitar el poder judicial. Por ejemplo, la mayoría del parlamento debería poder aprobar una ley, incluso si la Corte Suprema dictamina que viola la constitución. Levin también quiere cambiar la composición del instituto que nombra a los jueces.
«¡No permitiremos que nuestro país sea destruido! Seguiremos luchando por nuestra democracia», tuiteó Merav Michaeli, del Partido de los Trabajadores Socialdemócratas, que participó en la manifestación. «Si no tomamos las calles, perderemos nuestra democracia», dijo a los periodistas el manifestante Hewi Boem.
Según los observadores, Israel tiene actualmente el gobierno más derechista que ha conocido el país. La coalición se basa, entre otras cosas, en el Partido del Sionismo Religioso (RZ), que se opone ferozmente a un estado palestino y quiere anexar más tierras ocupadas a través de asentamientos ilegales.