Un triatlón es todo un desafío para muchas personas, pero el ex comando Richard Bergmans de Roosendaal hizo un esfuerzo adicional. Durante diez días realizó un triatlón todos los días junto con su compañero Frenk van Assen. El domingo fue el último día de este desafío especial. «Lo dimos todo y tendremos que pagar el precio en los próximos días», afirma Richard.
Richard sirvió en las tropas de comando durante muchos años. Allí conoció a Frenk. «Hace unos años dejamos la fuerza y comenzamos nuestra propia agencia de capacitación», dice Richard. «En aquel momento no me interesaban tanto los deportes ni los desafíos mentales, así que quería algo nuevo. Algo que al principio parecía imposible».
Nada casi cuatro kilómetros, pedalea 180 kilómetros y corre más de 42 kilómetros. Como ex comando, un triatlón ya no es un desafío. «Deberías poder hacerlo con un pasado así, pero varios triatlones seguidos es otra cosa». Así surgió la idea de hacer un triatlón todos los días durante diez días. No sólo para ellos mismos, sino también para animar a otras personas a hacer más ejercicio.
Para que sus rodillas descansaran un poco de vez en cuando, Richard mantuvo un ritmo mientras corría. «Así que corre durante 20 minutos, luego camina unos minutos más y luego corre otros 20 minutos». La fatiga llegó el octavo día. «Ese fue el día más duro y estaba sufriendo una lesión. Afortunadamente, un chico que conocía del entrenamiento estuvo conmigo ese día. Él me ayudó a superarlo».
«Había un dietista presente para comprobarlo todo».
Nadar, andar en bicicleta y correr han asegurado que Richard haya quemado entre 6.000 y 7.000 calorías por día. «Comíamos comida deportiva, pero al cabo de unos días ya no estaba sabrosa. Luego cambiamos a más variedad. También estaba presente un dietista para comprobar si habíamos vaciado nuestras botellas de agua y si nos habíamos quedado sin pan».
El domingo fue el último día y por tanto el último triatlón. Entonces se acabó. «Ambos estábamos completamente vacíos. No quedaba nada. Lo dimos todo».
En los próximos días toca un merecido descanso. «Me siento bien dadas las circunstancias, pero ahora el dolor muscular y la fatiga están llegando. Hacer movimientos de rodilla es especialmente doloroso. Me alegro de que haya pasado», admite Richard. «Tengo el tobillo hinchado, así que esta noche voy a levantar las piernas. Tengo que recuperarme. En unos días podré empezar a montar en bicicleta de nuevo».
Richard aún no sabe si Richard y Frenk aceptarán semejante desafío en el futuro. «No creo que superemos esos diez triatlones, pero quién sabe, tal vez hagamos otro desafío».