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Las instalaciones de petróleo y gas de Estados Unidos están produciendo cuatro veces más gas metano, que calienta el planeta, de lo que estiman los reguladores, según una investigación que subraya la brecha entre la realidad y el cumplimiento de las nuevas normas ambientales.
Los datos publicados el miércoles por el Fondo de Defensa Ambiental estiman que las fugas, quemas y ventilaciones de metano en las operaciones de petróleo y gas en tierra de Estados Unidos ascienden a 7,5 millones de toneladas por año: suficiente gas desperdiciado para satisfacer las necesidades energéticas anuales de más de la mitad de los hogares estadounidenses.
Las emisiones de este gas invisible, que contribuye en gran medida al calentamiento global, son aproximadamente ocho veces mayores que el objetivo voluntario anunciado en la cumbre climática de la ONU del año pasado por 50 de las mayores compañías de petróleo y gas, incluidas BP, Shell y ExxonMobil.
Los investigadores de EDF recopilaron los datos utilizando sensores acoplados a aviones especialmente adaptados, que volaron en misiones sobre las 12 mayores cuencas de petróleo y gas de Estados Unidos entre junio y octubre del año pasado. Estas cuencas representan más del 70 por ciento de la producción de petróleo y gas del país.
Los investigadores dijeron que los datos constituyen el informe más completo sobre las emisiones de metano del petróleo y el gas de Estados Unidos realizado hasta la fecha y representan una llamada de atención a la industria, que no está haciendo lo suficiente para reparar las fugas de los equipos y eliminar la quema y el venteo de gas.
Los reguladores están centrando cada vez más su atención en frenar las fugas de metano a la atmósfera, que según los científicos son responsables de casi un tercio del aumento de las temperaturas globales inducido por las emisiones desde el comienzo de la era industrial.
Los productores estadounidenses se enfrentan a un nuevo y estricto marco regulatorio que la Agencia de Protección Ambiental implementará este año y podrían enfrentar sanciones financieras de hasta 1.500 dólares por tonelada de metano emitido para 2026.
“Este estudio realmente pone de relieve el camino que debe recorrer la industria para reducir las emisiones de metano y la importancia de todos estos nuevos mecanismos regulatorios para incentivar a la industria a hacerlo”, dijo Rosalie Winn, directora de políticas de metano y aire limpio de EDF.
Las regiones productoras de combustibles fósiles más maduras tendían a tener mayores emisiones, probablemente debido a pozos y equipos más antiguos y propensos a fugas, encontró el informe.
Los operadores de petróleo y gas dicen que están intensificando sus esfuerzos para abordar las emisiones de metano reemplazando los equipos con fugas y reduciendo la quema y el venteo de gas a la atmósfera. Pero el principal grupo de presión de la industria, el Instituto Americano del Petróleo, está impugnando las regulaciones de metano de la administración Biden en los tribunales.
En respuesta a los últimos hallazgos, el API dijo que la industria del petróleo y el gas estaba trabajando todos los días para satisfacer la creciente demanda de energía y, al mismo tiempo, progresar en la reducción de las emisiones de metano.
Shell, BP y ExxonMobil no respondieron a una solicitud de comentarios.
Ben Cahill, analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo que las emisiones de metano variaban considerablemente entre cuencas e incluso dentro de ellas, ya que había países con un desempeño superior en materia de cumplimiento y otros rezagados dentro de la industria.
“Eso hace que sea aún más importante tener regulaciones federales integrales y estándares de desempeño sólidos que se apliquen a todos los operadores”, dijo.
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