Encantador musical infantil ‘El mago de Oz’ con un perro genial

Todo el mundo es un pequeño Toto en el musical. El mago de Oz† El perro -pelo de tela oscura, pañuelo rojo a cuadros alrededor del cuello- cobra vida en las manos de los jugadores, que hábilmente se lo pasan unos a otros. Lo hacen gruñir o ladrar, levantar la cabeza sorprendido o mover la cola.

Toto se roba el protagonismo, pero el verdadero protagonista es su dueña: la joven Dorothy, interpretada por Maxime Karsten. Un tornado la arroja a un mundo maravilloso, lejos de una granja en el Kansas estadounidense. Es toda una aventura volver a casa y en el camino Dorothy se encuentra con todo tipo de personajes traviesos, como un león cobarde y un espantapájaros.

El cuento de hadas es famoso. El Mago de Ozo por supuesto como el éxito de taquilla de Hollywood de 1939 y a través de la película musical el mago con Diana Ross y Michael Jackson (1978). Décadas más tarde, Joop van den Ende escenificó la historia en Holanda como un espectáculo. Theatre Terra lo convierte ahora en un encantador musical para niños a partir de 6 años. Cuatro actores interpretan a todos los personajes y también cuentan el cuento de hadas con muñecos como Toto, un cuervo o con una hierba que da vueltas. El director Wesley de Ridder mantiene las escenas cortas, para que el impulso se mantenga y la audiencia joven no tenga que aburrirse.

La diseñadora Kathelijne Monnens crea el ambiente en el escenario con disfraces divertidos y sombrillas rojas como amapolas. A veces, las imágenes imaginativas parecen haber sido arrancadas directamente del dibujo de un niño. En el universo en el que termina Dorothy, todavía se puede ver el cobertizo de la granja, donde tuvieron lugar las primeras escenas de la actuación. Por ejemplo, el famoso ‘camino de ladrillos amarillos’ consiste en cajas de madera y una bruja malvada sale de detrás de las altas puertas del granero. El lenguaje visual no es dulce, sino colorido, con algún elemento más oscuro aquí y allá, como un mono volador o un mago gigantesco.

Musicalmente, el musical es muy accesible. Algunas canciones se quedan contigo (‘paso, paso / ¡no te quejes!’). Impulsan la historia y encajan bien con el guión claro. Mientras tanto, Karsten es una Dorothy traviesa, que no deja que todas las cosas extrañas por las que está pasando la molesten. Ni siquiera cuando se encuentra con una bruja malvada (papel fantástico de Sjors Arts) o conoce al mago de Oz. Probablemente eso también tenga que ver con ese fiel amigo de cuatro patas a su lado.



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