“NORTENo tengo mucho más que agregar a lo que dije cuando se abrió este juicio. Excepto que esta prueba, para mí, será la prueba de la cobardía. Realmente es hora de que la sociedad se detenga. trivializar un tema como la violación y la violencia de género». Con estas palabras, llenas de dolor y de ira, Gisele Pelicot concluyó hoy su último testimonio en el juicio contra su exmarido Dominique, acusada de drogarla durante años y hacerla violar por más de 50 hombres.
Gisèle Pelicot, coraje contra la violencia
El caso, ocurrido en Aviñón, conmocionó a la opinión pública francesa y sacó a la luz una escalofriante realidad de abuso y violencia doméstica. Gisèle Pelicot, con una valentía que te deja sin aliento, ha optado por renunciar al anonimatopermitiendo a los medios seguir el juicio y hacer públicos los nombres de sus atacantes. Su objetivo es sólo uno: romper el muro de silencio que a menudo protege a los perpetradores de violencia sexual y sacudir las conciencias de una sociedad que tiende a minimizar la gravedad de estos crímenes.
Un calvario de años revivido en la sala del tribunal
Con palabras fuertes y conmovedoras, describió su terrible experiencia, el sentimiento de pérdida y la dificultad de comprender lo que le estaba sucediendo. Y ella no solo denunció a su exmarido: «Los acusados no fueron ingenuos al presentarse en mi casa. No son niños, la conciencia debe entrar en juego cuando se entra en el dormitorio de una persona inconsciente”, afirmó con firmeza la mujer. Señalando con el dedo a todos los hombres que abusaron de ella.consciente de su estado de inconsciencia.
Violencia a pesar del estado de inconsciencia.
Su testimonio también fue confirmado por uno de los acusados, Philippe L., quien admitió que había sido invitado a la casa y que había sido Pelicot le informó que su esposa dormía bajo la influencia de pastillas para dormir.“Lo llamó ‘un juego’ que me animaría a ser yo mismo”, dijo el hombre, admitiendo que estaba sorprendido pero se dejó convencer.
La fuerza para mirar hacia adelante.
Gisèle, a pesar de llevar en sí las cicatrices imborrables de esta terrible experiencia, ha decidido mirar hacia adelante con fuerza y determinación: «No apruebo las acciones de mi marido., Sé que es un depredador sexual.. Fui traicionado y engañado. No podría haber imaginado ni por un momento que él fuera capaz de tales cosas. Mis hijos llevan su apellido y mis nietos también. Pensábamos que estábamos viviendo con una buena persona. Nunca me sentiré en paz conmigo mismo.pero aprenderé a vivir con ello y a reconstruirme. A pesar de esto, siempre habrá 50 personas que me violaron”.
Gisèle Pelicot, el apellido símbolo de una batalla
Su decisión de no cambiar su apellido es un acto de recuperación de su identidad y un mensaje contundente para sus nietos. «Hoy el mundo conoce a Gisèle Pelicot, sabe quién es ella. No, no cambiaré mi apellido, porque ahora está asociado con una batalla por la justicia. Quiero que mis nietos estén orgullosos. No quiero que se avergüencen de llevar este apellido, sino al contrario, que se sientan orgullosos del coraje que demostró su abuela al enfrentarse a sus verdugos”.
El testimonio de los niños
Los hijos de Gisèle también testificaron en el juicio: Caroline, que acusó a su padre de drogarla y agredirla sexualmente tambiénaunque no hay pruebas que respalden sus afirmaciones. Y David, que dio un testimonio desgarrador, describiendo a su padre como un hombre que destruyó a toda una familia. David instó a su padre a confesar los abusos cometidos contra su hermana.
El veredicto del 20 de diciembre
El veredicto del jurado se espera para el 20 de diciembre. Sin embargo, cualquiera que sea la frase, Gisèle Pelicot ya ganó su batalla personal. Tuvo la valentía de enfrentarse a sus verdugos y dar voz a todas las mujeres que sufren la violencia en silencio. Su historia, dolorosa e intensa, es un ejemplo de valentía y resiliencia, un mensaje de esperanza para todas las víctimas. Gisèle Pelicot, a pesar de lo que sufrió, demostró que es posible romper el silenciodenuncia el abuso y reconstruye tu vida.
iO Donna © TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS