El precio del litio ha caído drásticamente desde su máximo histórico alcanzado en 2022. Los mayores volúmenes de producción, la caída de la demanda de coches eléctricos y los problemas de crecimiento en numerosas economías de todo el mundo están provocando tiempos difíciles para la materia prima que ya ha sido bautizada como “el nuevo petróleo”. Sin embargo, la situación podría volver a cambiar en el futuro.Continúe con el artículo completo en finanzen.ch