El canciller austriaco Karl Nehammer se convertirá el lunes en el primer líder europeo en reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin desde que comenzó la invasión de Ucrania por Moscú hace seis semanas.
El viaje de Nehammer a Moscú es parte de los esfuerzos para promover un “diálogo” entre Rusia y Ucrania, según funcionarios de la cancillería, quienes dijeron que abordaría específicamente el tema de los crímenes de guerra con Putin.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, han sido informados sobre el viaje, junto con el canciller de Alemania, Olaf Scholz. Volodymyr Zelensky, el presidente ucraniano que este fin de semana se reunió con Nehammer en Kiev, también fue informado de los planes del primer ministro austriaco.
Es casi seguro que la visita levantará los pelos de punta en Occidente, en un momento en que Europa, Estados Unidos y sus aliados se esfuerzan por presentar un frente unido de oposición a la beligerancia rusa. Sigue a una semana de creciente evidencia de atrocidades perpetradas por soldados contra ciudadanos ucranianos en territorios donde las fuerzas rusas se han retirado.
Además, la propuesta diplomática de Austria se produce en la cúspide de una nueva ofensiva militar rusa contra las fuerzas ucranianas en la región oriental de Donbas, que los funcionarios occidentales de defensa e inteligencia temen que pueda marcar el comienzo de una nueva fase del conflicto, potencialmente incluso más sangrienta.
Austria, que no es miembro de la OTAN, ha sido durante mucho tiempo una voz solidaria con Moscú en Europa. El país, que es oficialmente neutral, a menudo ha buscado presentarse como un mediador entre los intereses estratégicos rusos y europeos.
Aunque ha condenado enérgicamente la invasión rusa de Ucrania y ha actuado al unísono con los aliados europeos para imponer sanciones punitivas contra Rusia, también ha seguido presionando para que se establezca un diálogo con Moscú para resolver el conflicto.
Austria también depende en gran medida de Rusia económicamente: el 80 por ciento de sus necesidades de gas son abastecidas por Rusia y su sector bancario está profundamente entrelazado con las instituciones financieras y comerciales rusas, así como con las de Ucrania.
Otros aliados europeos han visto en los últimos años los lazos de Austria con Moscú con recelo. Durante el primer gobierno de coalición del excanciller austriaco Sebastian Kurz, forjado en 2017, los miembros del Partido de la Libertad de extrema derecha del país, que había forjado estrechos vínculos con el Kremlin, recibieron carteras ministeriales delicadas, lo que llevó a muchas agencias de inteligencia occidentales a suspender el intercambio de información con Viena.
Desde el colapso de ese gobierno en 2019, Austria se ha esforzado por tranquilizar a los aliados europeos sobre sus vínculos con Rusia, aunque con un éxito desigual.
La visita de Nehammer a Kiev el sábado fue elogiada por muchos como un ejemplo de la relación revisada de Austria con Moscú.
“Es una señal muy importante para nosotros. Una señal para toda Europa de que Austria apoya a Ucrania, al pueblo ucraniano en su resistencia a la agresión de la Federación Rusa”, dijo Zelensky al comenzar la reunión con Nehammer.
Los líderes occidentales, incluidos Scholz de Alemania y Emmanuel Macron de Francia, han hablado con Putin por teléfono desde la invasión del 24 de febrero, pero ninguno ha estado en Moscú.