La guerra de Rusia contra Ucrania socava los “valores” y los “ideales” de la comunidad internacional. Que debe permanecer unida y firme en su respuesta a la arrogancia de Moscú, incluso en el caso del referéndum sobre el Donbass que, una vez más, “vulnera el derecho internacional”. Mario Draghi habla por segunda y última vez ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Lo hace mientras el mundo espera el discurso de Vladimir Putin, postergado por horas, y hace un llamado a la comunidad internacional a no “dividirse entre Norte y Sur”, a permanecer unidos, una vez más, frente a las provocaciones del “Zar”. , porque el futuro de todos está en juego.
Italia permanecerá cerca de los aliados de la OTAN
Italia “en los próximos años seguirá siendo protagonista de la vida europea, cercana a los aliados de la OTAN”, es el mensaje que lanza desde el escenario del Palacio de Cristal a las Cancillerías que esperan el resultado de la votación del 25 de septiembre . Pero el discurso se concentra íntegramente en la crisis ucraniana, sobre la que Draghi tuvo oportunidad de confrontarse por la mañana en la sede de la ONU con el primer ministro ucraniano Denys Shmyhal. Estar con Kiev, subraya el primer ministro en su discurso, era la única opción posible. Y ahora que el ejército ucraniano ha obtenido una “importante ventaja estratégica” sobre el terreno, aunque el resultado siga siendo “impredecible”, no debemos desistir de buscar las condiciones para la paz. Y de acuerdos, como el del trigo, que conducen a una “desmilitarización” de la zona de Zaporizhzhia, para evitar una “catástrofe nuclear”.
La importancia de la asistencia militar en Kiev
El avance de Kiev, afirma el primer ministro, fue posible “también gracias a nuestra asistencia militar”. Por otro lado, una invasión “planificada desde hace meses y en varios frentes” no puede detenerse “solo con palabras”. Pero hay que contrastarlo con el apoyo económico, humanitario y militar a Ucrania y con las sanciones que han tenido “un efecto disruptivo en la maquinaria de guerra rusa”, han debilitado la acción de Moscú que, “con una economía más débil” hará más lucha por “reaccionar a las pérdidas que se acumulan en el campo de batalla”. Las guerras, sin embargo, y las sanciones, tienen efectos negativos cada vez más graves sobre los países alineados contra Rusia.
El llamado a la cohesión social
Mantener la “cohesión social” debe ser el mantra que guíe las elecciones de los gobiernos que deben seguir apostando por la “cooperación” como ya sucedió con la pandemia de Covid y en el espíritu del último G20 que permitió “intensificar” la lucha contra el cambio climático. Las crisis provocadas por la guerra, “alimentaria, energética, económica”, nos obligan a “redescubrir el valor del multilateralismo”, insistió Draghi, citando el discurso de 1988 de Mijaíl Gorbachov sobre la necesidad de la cooperación para abordar los problemas globales. Es la reacción a la guerra en Ucrania, para el primer ministro italiano, reafirmar que la violencia gratuita no puede tener cabida en el siglo XXI. Proteger a los ciudadanos es el llamamiento que relanza Draghi desde la ONU, pidiendo también a la UE que “haga más” y que imponga ese techo al precio del gas sobre el que todavía es difícil cerrar un acuerdo. Europa, es el mensaje que Draghi envía a Bruselas, donde probablemente seguirá estando él, a la espera de que el nuevo Gobierno, para negociar en el Consejo de los días 20 y 21 de octubre, “debe apoyar a los Estados miembros mientras ellos apoyan a Kiev”.