Boris Bondarev, de 41 años, dijo en una nota de suicidio que «nunca había estado tan avergonzado de su país». El ataque es “una guerra agresiva de Putin contra Ucrania y todo el mundo occidental”. Según Bondarev, el ataque lanzado por Moscú el 24 de febrero es un crimen no solo contra Ucrania sino también contra el pueblo de Rusia.
“Las personas que comenzaron esta guerra solo quieren permanecer en el poder y vivir en pomposos palacios de mal gusto y navegar en yates del tamaño y costo de toda la armada rusa”. El ruso dice que ha trabajado en Asuntos Exteriores durante veinte años y llama a su exjefe, el ministro Sergei Lavrov, «un excelente ejemplo de cómo se está deteriorando el sistema».
Bondarev recibió elogios por su renuncia de otros diplomáticos en las Naciones Unidas. Llamaron valiente a Bondarev.