A partir de diciembre, los habitantes de Hooghalen tendrán que hacer sus compras en otros lugares. La Cooperativa del pueblo cierra sus puertas. Según el propietario Harry Smit, los costes son demasiado altos y la facturación demasiado baja. “No queda otra opción”, concluye.
Hace tres años, Smit se hizo cargo del supermercado del pueblo. Los dueños anteriores estuvieron allí durante 23 años. Debido al aumento de los precios en todo tipo de ámbitos, Smit ya no puede ganarse la vida. “Es terrible, tanto para el pueblo como para el personal.”
“Sería una pena que la tienda desapareciera”, responde Henk Boer, de Dorpsbelangen Hooghalen. Según Boer, el supermercado es más que un simple lugar donde hacer la compra. “También es importante para los contactos sociales. Sin una tienda en el pueblo será un callejón sin salida, mire a Hijken.”
Boer también señala a las personas que tienen menos movilidad en el pueblo. Van a extrañar su lugar al que pueden ir ellos mismos. Los supermercados más cercanos están en Beilen y Assen.
“¿Pero qué puedes hacer al respecto?”, pregunta. “Es un mercado libre. Se puede invitar a la gente a hacer sus compras en el pueblo, pero no sé si eso tiene sentido”.
Aún no sabe qué hará el propio Smit a partir de diciembre. Su atención sigue centrada en el trato adecuado y la compleción con el personal.