El primer ministro Dick Schoof confirma en una carta al Parlamento que el gabinete ha llegado a un acuerdo: habrá controles fronterizos a partir de finales de noviembre. A partir de entonces, las fronteras holandesas con Alemania y Bélgica ya no podrán cruzarse libremente.
La Real Policía Militar, dependiente del Ministerio de Defensa, tendrá que realizar los controles.
Los controles se ajustan al Código de Fronteras Schengen. Este establece que un Estado miembro europeo puede restablecer temporalmente la vigilancia en sus fronteras con otros Estados miembros en caso de una amenaza grave para el orden público o la seguridad interior. Es decir, podrán realizarse controles en la frontera.
En un futuro próximo, la Real Policía Militar estudiará cómo llevar a cabo la misión de control fronterizo a partir de finales de noviembre de este año con los recursos y el personal de que dispone.