Los planes de reorganización dentro del cuerpo de bomberos tienen consecuencias negativas en varios rubros. En Berkhout, pronto ya no se les permitirá cortar los autos abiertos y no se les permitirá ingresar durante los incendios domésticos. “A menudo tenemos que esperar a que los colegas ofrezcan ayuda. Eso no se siente bien”, dijo el comandante Matthias Zijp.
Según el cuerpo de bomberos, el hecho de que herramientas, como las tijeras de corte, vayan a desaparecer del camión de bomberos, se siente como si estuvieran desnudos. Para llamar la atención sobre el problema, posan para una foto sin pantalones. “No queremos que esta reorganización continúe así”, dice Matthias. ellos son un petición comenzó a convencer a la región de seguridad de Holanda Septentrional Norte de que esta reorganización no es una buena idea.
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Debido a que los bomberos pronto tendrán menos poderes, los tiempos de llegada de las personas en las zonas rurales serán más largos. “Con estos planes, habrá diez minutos más de tiempo de llegada”, dice el conductor Aart Jan Veldhuis, encargado de la gasolinera.
Tiene más de treinta años de experiencia y estos planes lo enfurecen. “Puede ser que alguien a la vuelta de la esquina necesite ayuda y no se nos permita darla. Aart Jan no espera que los bomberos la cumplan. “No esperas con los brazos cruzados mientras alguien la necesita. ¡Eso es demasiado para las palabras!”
Plan
En los planes de la región se reducirán catorce puestos y habrá que cerrar dos puestos: Ursem y Slootdorp. En Ursem ahora también son un petición comenzó, contra el cierre de la estación de bomberos en el pueblo. Aart Jan teme que Berkhout eventualmente enfrente el mismo destino. “Pronto se nos permitirá no hacer casi nada, después de unos años piensan que ese puesto es superfluo y luego tenemos que salir también”, dice Aart Jan.
En Berkhout esperan cambiar la opinión de la Región de Seguridad Noord-Holland Noord con la petición. “A menudo somos los primeros en ser ubicados incluso en Hoorn. Sería una pena que ya no pudiéramos ofrecer ayuda”, dice Matthias. Como comandante, por lo tanto, está genuinamente preocupado por la situación. “¿Cómo le vamos a explicar a la gente que seguimos esperando a que lleguen nuestros compañeros cuando cada segundo cuenta”.