Entre las seis personas que murieron hay dos niños menores de cinco años, dijeron las autoridades locales. Otras cuatro personas fueron hospitalizadas con heridas graves.
El gobernador de Iowa, Kim Reynolds, ha dicho en un comunicado que está «orando» por las víctimas del tornado. “Nuestros corazones están con todos los afectados por el tornado mortal que arrasó nuestro estado. Nos duele el corazón en este momento, pero sé que las personas de Iowa se unirán para ayudarse mutuamente en este momento de necesidad”.
Tormentas severas dejaron a más de 10,000 personas en Des Moines sin electricidad. Según el servicio meteorológico estadounidense NWS, el tornado alcanzó velocidades de viento de hasta 232 kilómetros por hora y fue «extremadamente peligroso».
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