“Al comienzo de mi pubertad, en realidad tenía senos bonitos y llenos. Pero debido a un trastorno alimentario bajé tanto de peso que mis senos desaparecieron por completo. Una vez que me recuperé de mi trastorno alimentario y volví a ganar peso, mi cuerpo volvió a ser más redondo. Excepto mis pechos, que quedaron más planos. Simplemente se volvieron mucho menos llenos de lo que estaban antes”.