«El objetivo de nuestras sanciones es detener el comportamiento despiadado, inhumano y agresivo de las tropas rusas y dejar claro a los responsables de la toma de decisiones en el Kremlin que su agresión ilegal tiene un alto precio», dijo el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell. .
El motivo de las nuevas y severas sanciones contra Rusia son, en particular, los crímenes de guerra que se han dado a conocer en los alrededores de la capital, Kiev, tras la retirada de las tropas rusas. Las nuevas medidas punitivas están destinadas principalmente a aumentar la presión económica sobre Rusia. Según la información más reciente de la Comisión de la UE, el embargo del carbón por sí solo podría significar menos ingresos de alrededor de ocho mil millones de euros por año.
También forma parte del paquete de sanciones la prohibición total de transacciones a expensas de cuatro importantes bancos rusos, incluido el segundo banco ruso más grande, VTB. También se prohibirá la entrada a los puertos de la UE a los barcos que enarbolen pabellón ruso. Esto también se aplica a los barcos que han ondeado la bandera rusa desde el comienzo de la guerra, por lo que un cambio de bandera no socava la sanción. Debería haber excepciones para la entrega de alimentos, ayuda humanitaria y energía.
El nuevo paquete de sanciones también prevé nuevas restricciones al comercio con Rusia por un monto de alrededor de diez mil millones de euros. Según la Comisión, estos incluyen ordenadores cuánticos y medios de transporte. Productos como la madera, el cemento y las bebidas espirituosas por valor de 5.500 millones de euros ya no pueden importarse a la UE. Además, las empresas rusas están excluidas de casi todas las licitaciones públicas en la UE.
Otras 217 personas y 18 organizaciones también están en la lista de sanciones de la UE. Esto significa que ya no se les permitiría ingresar a la UE y se congelarían todos los activos en la UE. Entre los afectados se encuentran las dos hijas del presidente ruso Vladimir Putin y los oligarcas Mosche Kantor, Boris Rotenberg y Oleg Deripaska.
BRUSELAS (dpa-AFX)