Desde hace varios años, el live commerce, también llamado live shopping, ha ido ganando terreno en las estrategias comerciales. Inspirada en la televenta, esta técnica de venta permite a los consumidores comprar, por…
Desde hace varios años, el live commerce, también llamado live shopping, ha ido ganando terreno en las estrategias comerciales. Inspirada en la televenta, esta técnica de venta permite a los consumidores comprar los productos de una marca en tiempo real a través de un vídeo difundido en su web o en las redes sociales.
Particularmente extendido en Asia, este concepto de marketing se está imponiendo de forma lenta pero segura en Francia. Así lo subraya el último estudio realizado por Software Advice, empresa especializada en rutas de compra de software para empresas. Aunque se llevó a cabo con un pequeño panel de 1.000 personas, destaca una tendencia clave: el comercio en vivo despierta la curiosidad de muchos consumidores. Hoy, 1 de cada 3 franceses ya sería fan.
Generación Y introducida al comercio en vivo
Poco democratizado en Francia, las compras en vivo no son desconocidas para los franceses por todo eso. El 65% de los encuestados dice que ya conocía el concepto antes de la encuesta de Software Advice. Los millennials están particularmente familiarizados con este. El 76 % de los consumidores de entre 28 y 45 años ya estaban familiarizados con el comercio en vivo, en comparación con el 69 % de los encuestados de la Generación Z.
Esto no solo se debe a que los millennials son el corazón de la población activa, sino también a que tienen un mejor poder adquisitivo. Por lo tanto, gasta más en línea y, por lo tanto, es más objetivo de los sitios de comercio electrónico. Esta tendencia también se refleja en el lado de la compra: el 90 % de ellos ya ha pedido un producto durante las compras en vivo, en comparación con el 89 % de la Generación Z, el 77 % de la Generación X y el 59 % de los baby boomers.
Redes sociales, plataformas preferidas para compras en vivo
Las redes sociales fueron los primeros canales en dar la bienvenida a las compras en vivo en sus inicios. Facebook e Instagram han popularizado especialmente esta práctica, aunque finalmente restringieron su política al respecto. Por esta razón, las marcas tienden a recurrir a estas plataformas para orquestar su comercio en vivo. Por lo tanto, no sorprende que el 62% de los franceses que participaron en una sesión lo hicieran a través de las redes sociales. Solo el 23% fue al sitio de un vendedor para ver uno.
Una tendencia que tiene sus límites
Aunque muchos consumidores expresan interés en las compras en vivo, el 29% de los encuestados no tienen interés en ello. El 66% de ellos prefiere los métodos de compra tradicionales y el 47% se niega a dejarse influir más por las marcas. Otro punto planteado fue la comunicación de sus datos personales a las plataformas. El 31 % se niega a participar en operaciones en vivo por este motivo. Esto confirma la conciencia de los consumidores sobre la protección de la privacidad, observada desde hace varios meses.
A pesar de estos temores, el comercio en vivo logra seducir a un buen número de franceses que han participado en una sesión, y atrae cada vez a más personas no iniciadas. Para las pymes, esto es una señal de que esta palanca puede ser un vector de visibilidad y ventas por el que puede ser interesante apostar. La proximidad e inmediatez que la caracteriza también siguen siendo activos reales para crear relaciones más sólidas con sus clientes. Sin embargo, aún quedan algunos desafíos por superar, como la implementación de procesos de pago simplificados y una política de privacidad transparente.