“No hay casas nuevas sin una buena infraestructura. Por lo tanto, la entrada a la ciudad es mucho más que un túnel para bicicletas y una nueva carretera. Se trata del crecimiento y el futuro de Meppel”, dice Van Ulzen. El galardón también fue recibido con alegría desde la provincia. La provincia está ayudando a pagar los trabajos que se realizarán el próximo año en la torre de agua. Allí se abordará la rotonda, un cuello de botella. Es, por así decirlo, movido y reemplazado por una rotonda turbo con un túnel para bicicletas debajo. “Al invertir este dinero en accesibilidad, hacemos posible la vivienda”, responde el administrador provincial Hans Kuipers, responsable de vivienda.
Después del verano, el municipio de Meppel presentará una propuesta para ajustar la entrada norte de la ciudad, desde la torre de agua hasta el centro. “En los últimos años, junto con el ayuntamiento, hemos mapeado ampliamente las condiciones bajo las cuales se puede abordar la entrada a la ciudad. Ahora parece que realmente está sucediendo”, concluye el concejal Van Ulzen.