El consumo, en primer lugar están los medicamentos para el sistema cardiovascular
En 2023, en Italia se consumieron cada día un total de 1.899 dosis de medicamentos por cada 1.000 habitantes, el 69,7% de las cuales fueron pagadas por el Servicio Nacional de Salud y el 30,3% restante fueron adquiridas directamente por el ciudadano. En cuanto a la asistencia local pública y privada, se distribuyeron paquetes de medicamentos por valor de casi 2 mil millones, con una tendencia estable. Los medicamentos para el sistema cardiovascular se mantienen en primer lugar en términos de consumo (513,9 dosis diarias por 1.000 habitantes) y representan la segunda categoría terapéutica con mayor gasto farmacéutico público para 2023 (3.557 millones de euros), con un gasto per cápita del Servicio Nacional de Salud de 60,43 euros. . En segundo lugar, los medicamentos para el sistema gastrointestinal y el metabolismo, que representan la segunda categoría en términos de consumo (298,6 dosis diarias por 1.000 habitantes) y la tercera en términos de gasto farmacéutico público (3.321 millones de euros). El gasto per cápita del Servicio Nacional de Salud ascendió a 56,4 euros (+2,2%). Los medicamentos para la sangre y los órganos hematopoyéticos ocupan el tercer lugar en términos de consumo (144,5 dosis diarias por cada 1.000 habitantes) y el quinto lugar en términos de gasto público farmacéutico (2.587 millones de euros), lo que supone un gasto per cápita del Servicio Nacional de Salud de 43,95 euros. En cuarto lugar en términos de consumo (97,8 dosis diarias por cada 1.000 habitantes), los medicamentos para el sistema nervioso central ocupan la sexta posición en cuanto a gasto farmacéutico público global (2.061 millones) y a un gasto per cápita del Servicio Nacional de Salud de 34,88 euros.
El consumo de medicamentos contra las úlceras, el reflujo y la diabetes es elevado en el Sur
Aunque no hay una marcada prevalencia de úlceras pépticas y enfermedades por reflujo esofágico en el Sur, donde actualmente se consumen 100,5 dosis diarias por cada 1.000 habitantes de medicamentos contra estas enfermedades, en particular inhibidores de la bomba ácida, frente a 70,7 en el Centro y 77 en el Norte. Con diferencias regionales que van desde 122,4 dosis en Campania o casi 100 en Basílicata, hasta caer a la mitad o más en Umbría (50,7), Bolzano (51,2) y Toscana (56,7). El consumo de antidiabéticos también es mayor en el Sur (83,4 dosis diarias por 1.000 habitantes frente a 64,5 en el Norte y 67,9 en el Centro. Las diferencias se deben a una mayor prevalencia de uso, que es del 7,7% de la población del Sur frente al 6,5% del promedio nacional.
La adherencia a las terapias resulta difícil para uno de cada tres ancianos que toma 10 o más medicamentos
La mala adherencia de los pacientes a las prescripciones médicas es la principal causa de ineficacia de las terapias farmacológicas y en el caso de enfermedades crónicas se asocia con un aumento de la asistencia sanitaria, la morbilidad y la mortalidad. Siendo las personas mayores las que corren mayor riesgo, ya que uno de cada tres (28,5%) toma actualmente 10 o más medicamentos diferentes durante el año, mientras que el 68% de los mayores de 65 años ha recibido prescripción de al menos 5 medicamentos diferentes. Además, el Informe muestra que 3 de cada 10 pacientes toman al menos 5 medicamentos diferentes durante seis o más meses al año, con una tendencia creciente a medida que aumenta la edad, alcanzando el pico del 44% de los ochenta y nueve años en polifarmacia con al menos 5 medicamentos. Una condición que dificulta la adherencia a las terapias incluso si, del análisis de la tabla AIFA sobre prescripción de precisión, se desprende que de 2014 a 2022, al 30% de los pacientes en polifarmacia se les ha deprescrito al menos un medicamento.
Genéricos, el consumo aumenta ligeramente pero seguimos penúltimos en Europa
Los genéricos representaban el 9% en 2011, aumentaron al 22,8% en términos de gasto y al 31,2% en términos de consumo. Sin embargo, la tendencia de crecimiento de los últimos cinco años es limitada (3 puntos porcentuales) y el consumo de genéricos en Italia sigue siendo bajo, especialmente en comparación con el de otros países europeos. Según datos de IQVIA, Italia sigue ocupando el tercer lugar en Europa, y los medicamentos ex-originales siguen ocupando el 44,3% del mercado de medicamentos sin patente. El promedio de consumo de genéricos en la UE es del 51%, mientras que países como Gran Bretaña alcanzan el 60%. Italia, sin embargo, ocupa el primer lugar en la difusión del mercado de biosimilares, con el 80,8% del mercado de medicamentos biológicos sin patente. En el uso de medicamentos sin patente destaca la profunda heterogeneidad regional, tanto en términos de gasto como de consumo. En Calabria, Campania, Sicilia y Basílicata el uso de equivalentes oscila entre el 19 y el 21%, mientras que en Trento y Lombardía los valores son el 44 y el 43% respectivamente.
El costo de los medicamentos de clase C está aumentando.
Impulsado por el aumento de los precios y el cambio de las recetas a otras más caras, crece el gasto en medicamentos de clase C pagados por los ciudadanos, que en 2023 gastaron 7.100 millones, lo que equivale a un +9,8% respecto a 2022. El 54% del gasto (3.800 millones ) corresponde a medicamentos recetados, el 46% restante a productos de automedicación. Se confirma que las categorías de medicamentos recetados de clase C más adquiridos por los ciudadanos en 2023 son las benzodiazepinas, los anticonceptivos orales y los medicamentos para la disfunción eréctil, en los que se gastaron 250 millones de euros. Entre los medicamentos de automedicación, el ibuprofeno, seguido del diclofenaco, representa el primer principio activo en términos de gasto. Entre los medicamentos de clase A adquiridos de forma privada por los ciudadanos, la amoxicilina en combinación con ácido clavulánico y el colecalciferol son los que mayor gasto suponen, con un incremento respecto al año anterior del 16,9% y el 21,5% respectivamente. Entre los medicamentos de automedicación, la categoría más popular son los derivados del ácido propiónico (AINE), con el 12,6% del gasto total y un valor de 416,3 millones de euros.