Zana la antiestrella: criada en una cervecería, ama a los animales y pasa sus vacaciones en la granja

Los abuelos del Vicentino regentaban un restaurante, en cuanto puede vuelve a su Piovene Rocchette para estar en medio de lo que más le gusta: la naturaleza. ¿Cómo comenzó? En la bicicleta de su hermana

Antes de Filippo Zana, Piovene Rocchette (Vicenza) era conocida por dos cosas: las fábricas de lana y las cervecerías. Incluso sus abuelos tenían uno, hasta hace unos años: la madre y la tía de Filippo también trabajaban en las mesas, mientras él corría en círculos en su bicicleta. Fue allí donde un amigo de la familia lo vio y lo llevó con él al equipo del pueblo. De ahí a ganar una etapa en el Giro de Italia el camino aún era muy largo, pero Zana seguía una filosofía precisa: paso tras paso, nunca pasarse.



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