Fue uno de los más grandes del béisbol: ahora Willie Mays ha muerto. Durante su época activa pasó a la historia, por motivos especiales.
El ícono del béisbol estadounidense Willie Mays ha muerto. Mays, considerado uno de los mejores jugadores en la historia de su deporte, falleció el martes a la avanzada edad de 93 años. La familia de Mays hizo el anuncio en un comunicado conjunto con su ex equipo, los Gigantes de San Francisco.
“Mi padre falleció en paz y rodeado de sus seres queridos. Quiero agradecerles a todos desde el fondo de mi corazón por el amor inquebrantable que le mostraron a lo largo de los años. Ustedes eran su alma”, dijo su hijo Michael Mays en el comunicado.
Como primer capitán negro de un equipo de la Major League Baseball (MLB), Mays dejó una huella que fue mucho más allá de su deporte. Greg Johnson, presidente de los Gigantes, lamentó la pérdida de “una leyenda. Tuvo un profundo impacto no sólo en el juego de béisbol, sino también en la estructura de Estados Unidos. Fue una inspiración y un héroe para ser recordado y recordado por siempre”. Se extraña mucho.”
Como jugador, se distinguió por una combinación de tremendo talento, inteligencia aguda, comportamiento y alegría ilimitada. El comisionado de la MLB, Rob Manfred, elogió a Mays como una estrella que inspiró a “generaciones de jugadores y fanáticos”.
Mays, conocido cariñosamente como “Say Hey Kid”, fue contratado por los Giants, que entonces estaban radicados en Nueva York. Hizo su debut en la temporada de 1951, donde conectó 20 jonrones y ganó el premio al Novato del Año. Tres años después, ayudó a los Gigantes a ganar la Serie Mundial, el último título de la franquicia antes de mudarse a San Francisco.
Mays se retiró del béisbol en 1973 y terminó su carrera con los Mets de Nueva York después de jugar para los Gigantes de 1951 a 1972. Conectó 660 jonrones, ocupando el sexto lugar en la lista de la MLB. 24 veces All-Star, fue incluido en el Salón de la Fama del Béisbol en 1979. En 2015, el presidente estadounidense Barack Obama le concedió la Medalla Presidencial de la Libertad.