El trabajo en torno a los cambios en la ley de presupuesto comienza a intensificarse a medida que se acerca la fase decisiva del examen en la comisión de la Cámara. Y en el capítulo sobre las autoridades locales, la atención se centra en el retorno del límite de facturación que, como para muchas otras AP centrales y territoriales (no sanitarias), requerirá que el próximo año se destine no más del 75% de la fuerza laboral a nuevas Contrata ahorros producidos por jubilaciones y otras salidas de este año cuando hay más de 20 empleados fijos.
El regreso del límite de facturación es “insostenible e intolerable”, tronó el jueves el nuevo presidente de la ANCI, Gaetano Manfredi, en su informe ante los alcaldes reunidos en Turín. Y ayer llegaron las primeras aperturas de gobierno en la asamblea de la Asociación Nacional de Municipios. “Espero que en estas semanas haya una manera de encontrar más espacios y reducir aún más este recorte, trabajando con el Mef y con mi amigo Giancarlo Giorgetti”, explicó el Ministro de la Administración Pública, Paolo Zangrillo, esperando “al menos cambios parciales”. El propio titular de la cuenta, por otra parte, en la audiencia parlamentaria sobre la maniobra se había declarado abierto a posibles revisiones en algunos sectores, empezando por la seguridad, y a un análisis para comprender mejor dónde estaba más o menos justificado el límite.
Hay dos hipótesis sobre la mesa. El primero, más ligero, pretende excluir del techo a una serie de perfiles profesionales considerados más estratégicos e indispensables, desde los educadores hasta los policías urbanos y los trabajadores sociales que en el pasado reciente ya habían sido destinatarios de regulaciones a medida para tratar de mejorar Garantizar la cobertura necesaria para los servicios locales.
Pero sigue en juego la idea más ambiciosa, que pretende excluir por completo a las autoridades locales de la devolución del nuevo tejado. También porque los poco más de 159,6 millones de euros de ahorro atribuidos a la aplicación del límite de facturación “quedan adquiridos anualmente en los presupuestos de los organismos”, como establece el artículo 110, apartado 9, de la Ley de Presupuestos. Mucho, como siempre ocurre en el endurecimiento final de las leyes presupuestarias, dependerá de los equilibrios políticos generales y no sólo técnicos que surjan en el momento de la formulación final de las enmiendas.
Sin embargo, también sobre el tema hay una certeza que no es positiva para las perspectivas de contratación de las administraciones locales. La sección de Autonomía del Tribunal de Cuentas, en la resolución 19/2024 presentada ayer, confirmó la imposibilidad de excluir los costes de los incrementos contractuales del cálculo de los límites máximos al gasto de personal. La hipótesis había sido planteada por la sección de Liguria, a partir de una solicitud del Ayuntamiento de Génova. Pero esta vía, que liberaría muchos recursos para la contratación en esta fase en la que la renovación 2019/21 acompaña ahora a la negociación de 2022/24, queda descartada para los magistrados de contabilidad por el hecho de que una exclusión de este tipo tendría un efecto efecto incremental en el tiempo que de hecho anularía los límites de gasto establecidos en nombre de la “sostenibilidad financiera” de los costes de personal.