¡Votar! es un retrato de una mujer que no ha sido escuchada y ya no se conforma con ello


Marloes IJpelaar en el papel de Elise Spauwen en la actuación en solitario ‘Vote!’ del Club CorderoEstatuilla Henk van den Hurk

Está decidida a hacer oír su voz. Elise Spauwen (1876-1941), la primera mujer holandesa en hacer uso de su derecho activo al voto en 1920, se encuentra en el escaparate de una calle comercial de Geleen. Con rulos y rodeada por su espejo de cuerpo entero y su sillón rosa salmón, se la presenta como una reliquia de un museo de historia natural. El público la mira boquiabierto desde la calle.

Desde su salón mira directamente a nuestro tiempo, más de cien años después, y se da cuenta: la batalla por la igualdad aún no ha terminado. Los carteles de protesta tienen consignas para la emancipación de la mujer a lo largo de los años: desde ‘Jefe en tu propio vientre’ hasta ‘No puedo creer que todavía esté protestando por esta mierda.!’

Sobre el Autor

Sander Janssens es crítico de teatro para de Volkskrant. Escribe principalmente sobre teatro, teatro musical y performance.

La primera mujer holandesa en votar ha sido silenciada a lo largo de la historia. Ese es el punto de partida de esta actuación en solitario de Marloes IJpelaar. Como esposa del alcalde, Spauwen siente que es ‘una valla publicitaria barata’ para el progresismo de su esposo. Cállate y vota, algo así.

Elise Spauwen (Marloes IJpelaar) en su sofá rosa salmón en 'Vote!'.  Foto de la imagen: Henk van den Hurk

Elise Spauwen (Marloes IJpelaar) en su sofá rosa salmón en ‘Vote!’.Foto de la imagen: Henk van den Hurk

Como suele ocurrir con el colectivo de teatro Club Lam, entra ¡Votar! dos veces juntos. Spauwen está atrapada en su tiempo, pero por la ventana ve a la vanguardia progresista de hoy, que hace volar aguacates mientras hace yoga. El choque entre entonces y ahora podría haberse agudizado aún más. El empático monólogo de cierre en el que el personaje resume lo que no se le permite hacer (mucho), ahora sale muy de la nada.

IJpelaar interpreta a su personaje alternativamente fogoso y ligeramente irónico, por lo que como espectador tienes que relacionarte con ella una y otra vez. Con un tiempo de juego de tan solo media hora ¡Votar! un hermoso, pero algo esquemático, retrato teatral de una mujer que no ha sido escuchada y decide no conformarse más con eso.

¡Votar!

Teatro
★★★☆☆
Por Club Lam. Texto y juego: Marloes IJpelaar.
17/6, festival cultural Spectaculo, Geleen. Gira hasta el 16/9.



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