El gobierno está dispuesto a intervenir sobre los bañistas y los vendedores ambulantes. Tras los comentarios del Presidente de la República, el proyecto de ley de competencia también acaba bajo el escrutinio de la Comisión de la UE. Y a pesar del descontento de la mayoría, la primera ministra Giorgia Meloni vuelve a poner los expedientes sobre la mesa y anuncia nuevas intervenciones regulatorias. «El llamamiento del Presidente Mattarella no quedará ignorado», aseguró el Primer Ministro durante la conferencia de principios de año.
La advertencia de Bruselas
Se trata de las observaciones destacadas hace unos días por el Jefe de Estado al promulgar la ley sobre la competencia: las concesiones a los vendedores ambulantes están en el punto de mira de Colle, en el que Mattarella ve similitudes con el asunto de los establecimientos balnearios (ya objeto de las observaciones del Quirinal). el año pasado) y pide al gobierno que intervenga. Una advertencia a la que ahora se suma también la de Bruselas: poco antes de que comience la reunión del Primer Ministro con la prensa, la Comisión Europea anuncia que “analizará detenidamente” el proyecto de ley sobre competencia tanto de los vendedores ambulantes como de las concesiones de playas y de estas dos temas “continuará el diálogo bilateral con las autoridades italianas”.
Hacia una reunión mayoritaria
La respuesta del gobierno no se hará esperar. La Primera Ministra asegura haber “leído con mucha atención la carta del Presidente Mattarella” y defiende la intervención sobre los vendedores ambulantes (era “necesario normalizar” un tratamiento en el que se habían creado “disparidades”), pero también anuncia que “en el “En los próximos días” se evaluará con los demás partidos mayoritarios y con los ministros implicados la posibilidad de realizar más intervenciones esclarecedoras sobre el asunto”. La cita, según nos han informado fuentes gubernamentales, debería estar prevista para la próxima semana.
El riesgo de una multa enorme
Es inevitable que en la reunión se aborde también la cuestión de las estaciones balnearias, cada vez más tensa entre el riesgo de una multa máxima por iniciar el procedimiento de infracción de la UE y la situación legislativa del Lejano Oeste que podría gestarse, con algunos municipios celebrando licitaciones. ya han sido anunciados. A este respecto, Meloni reivindica las opciones del Gobierno (“ha iniciado un trabajo nunca antes realizado de mapeo, para verificar el principio de escasez de bienes, necesario para aplicar Bolkenstein”), pero asegura que algo se hará. «Ahora el objetivo – dice – es una norma de reorganización que nos permita intervenir en la jungla actual, en una discusión con la Comisión Europea y con los operadores, para evitar infracciones y dar seguridad a la norma».
Críticas a Bolkenstein
Para complicar el expediente, sin embargo, existe también un obstáculo político, con la posición del viceprimer ministro y líder de la Liga Matteo Salvini, abiertamente alineado con la defensa de las estaciones balnearias, que corre el riesgo de complicar las delicadas negociaciones en Europa confiadas al Ministro de Asuntos Europeos Raffaele Fitto. También es mayoritaria la voz crítica del diputado de la FdI y ex ministro Giulio Tremonti, que arremete contra Bolkenstein: se trata de peticiones “superadas por la historia”, afirma, y Europa “debe mirar hacia adelante”.