El ministro de Sanidad, Frank Vandenbroucke (Vooruit), ha respondido ampliamente en el Parlamento por primera vez a la supuesta manipulación por parte de su alto funcionario. Su defensa es clara: la empresa que lanzó las acusaciones quiere dinero. “Por eso intimidan a mis funcionarios”. Sin embargo, incluso dentro de su propio gobierno, no todos parecen estar convencidos de que la respuesta sea tan simple. Para disgusto del ministro.
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