Según el Staatsbosbeheer, en Noordbargerbos no existe ninguna política activa para ahuyentar a los visitantes del lugar de encuentro gay, afirma el portavoz Joke Bijl. “En nuestra opinión, los caminos y rutas existentes no se han adaptado. La única diferencia es que el uso ha cambiado y esto se debe al aumento considerablemente de la popularidad del ciclismo de montaña. En otras palabras, se ha vuelto mucho más transitado”.
Staatsbosbeheer considera importante que los diferentes grupos de usuarios del bosque respeten las normas y no se interpongan demasiado entre sí. “Intentamos evitarlo en todas nuestras zonas. Y si sucede, intentaremos solucionarlo juntos. Pero no se trata de una política de desaliento”.
La objeción de la Plataforma Keelbos es conocida en el municipio de Emmen, informa la portavoz Inge Katerbarg. “Acabamos de recibir esa carta. Antes de que podamos dar una respuesta sustancial, tendremos que investigar esto más a fondo”.