Marcel Hirscher quiere volver a saberlo. Gracias a su recién obtenido permiso para tomar la salida, podrá participar en la inauguración de la temporada de carreras de esquí en Sölden, Austria. Pero su regreso puede estar en peligro.
Casi cuatro semanas antes de su regreso al circo del esquí, Marcel Hirscher cayó enfermo. Así lo informa, entre otros, el periódico Kurier.
El austriaco sufre desde la semana pasada tos seca y fiebre. Incluso si se recupera rápidamente: la preparación óptima después de una pausa de cinco años seguramente será diferente. El slalom gigante en Sölden tendrá lugar el 27 de octubre.
Este hombre de 35 años, que tras retirarse del deporte profesional fundó su propia marca de esquí, quiere competir allí con la madre de Hirscher, originaria de Den Hag.
El sábado pasado, la asociación mundial FIS confirmó que el siete veces campeón del mundo y dos veces campeón olímpico había recibido un comodín para la carrera. La decisión fue controvertida desde el principio, pero sólo un cambio en las reglas hizo posible los planes de regreso de Hirscher.
¿Regreso a Sölden precisamente? “No sería muy inteligente”.
El ex presidente de la Federación Austríaca de Esquí (ÖSV), Peter Schröcksnadel, elogió recientemente expresamente a Marcel Hirscher por su plan en el programa “Sport and Talk Special” de “ServusTV”: “Salir, crear una empresa de esquí y luego volver a entrar es un gran visión. Él sabe con certeza lo que hace”.
Sin embargo, el piloto de 83 años dudaba de que la Copa del Mundo de Sölden fuera realmente adecuada para participar: “Sölden es una de las carreras más difíciles de la historia. No sería muy inteligente si corriera así. Es la carrera más difícil y Lo más difícil No es inteligente meterse en las carreras”.
Pero Schröcksnadel también estaba convencido de que Hirscher “sabía muy bien” lo que hacía: “Si no estuviera seguro de estar delante, no conduciría”.