Las conclusiones de Laila Medina, abogada general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), publicadas el 18 de enero, sitúan a Intel en una posición favorable en el enfrentamiento entre ésta y la Comisión Europea. El caso antimonopolio se prolonga durante años en los tribunales de Luxemburgo. Cara a cara sin…
Las conclusiones de Laila Medina, abogada general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), publicadas el 18 de enero, sitúan a Intel en una posición favorable en el enfrentamiento entre ésta y la Comisión Europea. El caso antimonopolio se prolonga durante años en los tribunales de Luxemburgo.
El interminable cara a cara entre Intel y la Comisión
¿Intel conseguirá escapar de una multa de 1.060 millones de euros? Las conclusiones de Laila Medina sobre el procedimiento actual son, en cualquier caso, favorables a la empresa estadounidense. Esto no prejuzga la opinión del propio Tribunal, pero la posición de los Abogados Generales generalmente tiene una influencia importante.
El caso se remonta a 2009, año en que la Comisión Europea sancionó a Intel por prácticas anticompetitivas. El especialista en procesadores fue acusado de abuso de posición dominante entre 2002 y 2005, por una serie de acuerdos de distinta naturaleza con fabricantes de ordenadores. El objetivo de Intel era potenciar el uso de sus componentes en detrimento de los de su principal competidor AMD.
Desde entonces, los llamamientos han continuado. En 2014, el Tribunal General de la Unión Europea validó la posición de Bruselas. Decisión anulada por el TJUE, el máximo tribunal europeo. Se llevó a cabo un nuevo examen del expediente que dio como resultado una nueva sentencia del Tribunal en 2022, esta vez favorable a Intel.
Desde 2022, el campo de batalla legal se ha multiplicado
Los jueces decidieron anular parcialmente la decisión de la Comisión y la totalidad de la multa impuesta. A partir de este momento, el expediente se convierte en un trámite de cajón. Bruselas tuvo que devolver la multa pagada por Intel. La empresa aprovechó para solicitar 593 millones de euros en intereses. Este apartado queda suspendido del procedimiento actual.
Además, mediante su sentencia de 2022, el Tribunal validó parte de las denuncias de la Comisión. Se trata de pagos de Intel a fabricantes de productos electrónicos por retrasar el lanzamiento al mercado de dispositivos que contienen chips de la competencia. Por tanto, la institución decidió en septiembre imponer una multa reducida de 376 millones de euros, que el grupo recurrió.
La Comisión también ha decidido interponer recurso de casación contra la sentencia de 2022. Considera que el Tribunal General cometió errores jurídicos y vulneró el derecho de defensa. Es sobre este punto, el meollo del asunto, sobre el que se pronunció Laila Medina.
Este último propuso a la Corte “ Desestimar estos dos motivos de casación de la Comisión contra la sentencia del Tribunal General relativa al supuesto abuso por parte de Intel de su posición dominante en el mercado de las CPU x86. «. Aún no se ha determinado la fecha de la decisión del TJUE.