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Un ataque aéreo israelí arrasó un refugio en la ciudad de Gaza que albergaba a palestinos desplazados el sábado por la mañana, matando a unas 100 personas, según las autoridades del enclave dirigido por Hamás.
El ataque a la escuela Al Taba’een en el barrio de Daraj Tuffah se produjo durante las oraciones del amanecer, según testigos presenciales, y un vídeo en las redes sociales muestra montones de cadáveres en un salón improvisado.
Si se confirma, el número de muertos lo convertiría en uno de los ataques israelíes más letales de toda la guerra de Gaza, que ahora entra en su undécimo mes.
El ejército israelí confirmó el sábado que había atacado la escuela y afirmó que su objetivo era un “centro de comando y control de Hamás” en el que los militantes se estaban escondiendo y planeando ataques.
“Antes del ataque, se tomaron numerosas medidas para mitigar el riesgo de dañar a los civiles, incluido el uso de municiones precisas, vigilancia aérea e información de inteligencia”, dijo el ejército israelí en un comunicado, añadiendo que el refugio para los civiles desplazados por los combates estaba ubicado en una mezquita adyacente a la escuela.
Las autoridades locales de la ciudad de Gaza lo calificaron de “masacre”, mientras el personal de emergencia trabajaba para localizar y evacuar a los heridos de los escombros.
Según las autoridades sanitarias del enclave destrozado, más de 40.000 palestinos han muerto durante el conflicto que se desató a raíz del ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre, en el que murieron 1.200 personas, según cifras oficiales israelíes. Unos 250 israelíes y extranjeros fueron llevados a Gaza como rehenes durante el ataque, y más de 100 siguen en cautiverio.
Durante el último mes, el ejército israelí ha intensificado sus ataques a escuelas en toda la Franja de Gaza, argumentando que los militantes de Hamas estaban utilizando refugios civiles como centros operativos y a las personas desplazadas allí como “escudos humanos”.
El ataque se produce mientras Estados Unidos, Egipto y Qatar renovaron sus esfuerzos para alcanzar un acuerdo en Gaza que detendría los combates y devolvería a los rehenes israelíes a casa.
Los líderes de los tres países, que han estado tratando de mediar entre Israel y Hamás durante meses, emitieron una declaración en la que instaron a ambas partes a “reanudar las discusiones urgentes en Doha o El Cairo para cerrar las brechas restantes” y “comenzar la implementación del acuerdo sin más demora”.
Se ha propuesto una reunión para el próximo jueves, aunque las perspectivas siguen siendo inciertas. Estados Unidos y sus aliados consideran que un acuerdo de alto el fuego a cambio de rehenes en Gaza es la única manera de reducir las hostilidades regionales.
El sábado, Israel se mantuvo alerta a la espera de un probable ataque de Irán y del movimiento Hezbolá con base en el Líbano en represalia por dos recientes asesinatos de altos dirigentes militantes. Un ataque aéreo israelí mató al alto comandante de Hezbolá, Fuad Shukr, en Beirut a finales del mes pasado, mientras que unas horas más tarde, Ismail Haniyeh, líder político de Hamás, fue asesinado en Teherán. Israel no ha confirmado ni negado su responsabilidad por el asesinato de Haniyeh.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden está trabajando arduamente para reducir las tensiones y evitar una guerra en toda regla, al tiempo que traslada activos militares adicionales, incluidos acorazados y escuadrones de aviones de combate, a la región en un intento de proteger a Israel.
En una llamada con el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, el viernes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que «la escalada no beneficia a ninguna de las partes».
Según un comunicado publicado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, Blinken “reiteró la urgente necesidad de alcanzar un alto el fuego en Gaza que garantice la liberación de los rehenes, permita un aumento de la asistencia humanitaria y cree las condiciones para una estabilidad regional más amplia”.