Tlc, Gobierno dispuesto a levantar techo de electrosmog pero busca primero el sí de las Regiones


Los operadores lo piden con fuerza, Tim a la cabeza. Lo temen algunos comités No-5G repartidos por los Municipios, con alcaldes locales y parlamentarios que, con las luces apagadas, intentarán frenar la norma hasta el último minuto. La elevación de los límites electromagnéticos de los sistemas de telefonía móvil, a pesar de presiones y opiniones contrarias, parece ser una elección ahora compartida a nivel gubernamental, después de que las objeciones de una parte de la Liga provocaran la eliminación de una primera versión aparecida por un pocas horas en los borradores de la ley de competencia.

Nuevo intento tras la primera parada

El camino para lograr el ajuste, que pretende acercar a Italia a los niveles medios generalizados en los principales países europeos, podría definirse en un decreto ley con medidas para las telecomunicaciones coordinadas por el Ministerio de Empresa y Made in Italy (Mimit). Los borradores del Decreto Legislativo circulados en los últimos días han sido desclasificados como meras hipótesis técnicas de trabajo aún no maduras para una disposición. Pero esto es especialmente cierto para otras medidas, aquellas con una alta cobertura financiera por identificar, como las concesiones en los costos de energía para los operadores de telecomunicaciones.Sobre la cuestión de los límites para el electrosmog, una intervención que puede tener costos «políticos» pero no para los Tesoro – algo realmente parece estarse desbloqueando, aunque se espera un mecanismo tan largo y complejo como para no garantizar el éxito final.

Un proceso complejo

La solución sería no llegar directamente al aumento, con una regla operativa inmediata que acabaría desencadenando inmediatamente las protestas de los comités que sustentan, muchas veces sin el apoyo de documentación científica que los acompañe, los riesgos para la salud de una masa cada vez mayor de Antenas 5G con valores de volt/metro superiores a los actuales. El acuerdo entre los distintos ministerios implicados -Ministerio de Empresa, Ministerio de Medio Ambiente y Seguridad Energética, Ministerio de Sanidad-, probablemente capaz también de sortear la resistencia de los alcaldes de la Liga Norte, más reacios al cambio, se refiere a la adopción de una Dpcm posterior, para la que habría cuatro meses de tiempo, a propuesta de Mimit y en concierto con los otros dos departamentos interesados. La disposición, de actualización de las tablas anexas al Decreto del Primer Ministro de 8 de julio de 2003, por el que se fijan los valores vigentes, debe dictarse previa audiencia tanto del Comité Interministerial para la prevención y reducción de la contaminación electromagnética, previsto por una ley de 2001, como las comisiones parlamentarias competentes. Además, será necesario un acuerdo con las Regiones en la Conferencia unificada. La propuesta del Gobierno prevé que, sólo si no se llega a un acuerdo en los plazos previstos, los valores se eleven automáticamente a 24 voltios/metro (la memoria explicativa que acompaña al borrador del decreto también hace referencia a un valor ligeramente superior, 30 voltios /metro, considerada en todo caso capaz de garantizar una mejor cobertura del servicio y, al reducir el número de antenas a instalar, también de reducir el impacto económico sobre los operadores). Estos números requieren un resumen del marco regulatorio italiano actual.

Valores italianos y la comparación europea.

La ley marco 36 de 2001 fijó un límite máximo de 20 voltios/metro (para el rango de frecuencia por debajo de 3 gigahercios), acompañado de un nivel de protección mucho más bajo – 6 V/m – a observar en todas las áreas de estancia humana prolongada 100 KHz-300Ghz. En esencia, se trata de un valor de atención puesto de forma prudencial considerablemente más bajo que países como Alemania y España que han adoptado el límite máximo permitido por el marco regulatorio europeo, es decir, 61 voltios/metro.

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Los cálculos de los operadores sobre los costes

Las estimaciones sobre el impacto del incumplimiento han sido realizadas tanto por Asstel, la asociación del sector, como por operadores individuales como Tim, que ha situado la cuestión entre las medidas prioritarias para acompañar la reorganización societaria vinculada al proyecto de venta de red. Un costo adicional que puede llegar a los 1.300 millones por operador, son los cálculos que hacen las Telcos, debido a la necesidad de buscar nuevos sitios para asegurar una cobertura amplia con límites más altos.



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