El 9 de septiembre finalizó la fase de consulta iniciada por toda la cadena de telemarketing sobre el Código de Conducta en materia de protección de datos personales, que debe ser aprobado por el Garante en materia de protección de datos personales. Es el enésimo paso hacia un estrecho paralelismo con el ya implantado con el nuevo registro público de oposiciones, también abierto a teléfonos móviles, activo desde el 27 de julio. Todo ello teniendo en cuenta que el nuevo RPO puede no ser suficiente para ganarle la partida al “telemarketing salvaje”, o esas molestas llamadas telefónicas que nos llegan a cualquier hora del día ofreciéndonos un amplio abanico de ofertas “imperdibles”, desde telefonía hasta luz. consumo es gas. Todo esto a menudo en violación de las reglas de privacidad.
el código de conducta
El código es una forma de autorregulación. La solución fue promovida incluso antes de la activación del Registro por asociaciones que representan a clientes, call centers, televendedores, proveedores de listas (Asseprim, AssoCall – Asociación Nacional de Subcontratación de Centros de Contacto, Assocontact – Asociación Nacional de Subcontratistas de Procesos de Negocios, Assotelecomunicazioni, Confcommercio, Confindustria, DMA Italia y OIC – Observatorio de Empresas y Consumidores) y por los de los consumidores. Juntos definieron un esquema de código de conducta para las actividades de telemercadeo y televenta.
Necesitamos la luz verde del Garante
La adhesión al Código es voluntaria y está abierta a todos los sujetos que realizan actividades de procesamiento de datos personales para promocionar y/u ofrecer bienes o servicios, a través del canal telefónico, a sujetos en el territorio del Estado italiano. Las asociaciones promotoras han colocado el documento para su consulta; la operación se cerró el 9 de septiembre. Se están estudiando las contribuciones de cada organización. Se contrastarán y deberán determinar un nuevo proyecto de código de conducta que, tal y como establece el Reglamento Europeo sobre protección de datos de carácter personal (Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de abril de 2016), deberá ser presentado al Garante para su aprobación. Los tiempos de envío del documento al Garante dependen de la cantidad y calidad de los aportes recibidos y del tiempo requerido para la comparación. Si el garante, una vez recibido el nuevo texto, tiene alguna observación, el documento deberá someterse a ulteriores procesos de tramitación. De lo contrario, tendría aprobación.
la noticia principal
Entre las ventajas del Código, según la versión actual, que es un acto propuesto por toda la cadena de telemarketing: por el cliente (es decir, quien decide las campañas de información o venta: telefonistas, energía, etc.), a quien le produce listas de contactos, centros de llamadas y hasta consumidores. Además, con el código se “bloquea” la cadena de suministro y el cliente se compromete a no aceptar contratos que no provengan de contactos correctos. El núcleo de la operación estará en el órgano de control llamado en primera instancia para evaluar cualquier incumplimiento de los adherentes al código de conducta.
El telemercadeo salvaje está en la mira
Están en el punto de mira las prácticas ilícitas que han caracterizado incluso los años más recientes, y que han terminado en más de una ocasión bajo el lente del Garante de protección de datos personales, ejerciendo una actividad de supervisión. En particular, han surgido fenómenos de ilegalidad generalizada, con sujetos carentes de cualificación alguna, dedicados al contacto telefónico con el cliente, sin ninguna garantía laboral y con honorarios mínimos, pagados en su totalidad “en negro”. Ha habido casos de listas de contactos adquiridas desafiando las normas más básicas sobre protección de datos personales y, en ocasiones, también mediante el uso de sujetos extranjeros sin cualificación y el mercado ilegal en línea. También se han identificado casos de centros de llamadas que operan, sin respetar las normas, fuera de las fronteras nacionales y europeas, aunque en los últimos años, una colaboración entre el Garante italiano y la autoridad albanesa ha ayudado a reducir el fenómeno.