En los nuevos documentos del juicio, la actriz se burla de su exmarido en términos muy claros: se define a sí mismo como «bodeguero» pero como mucho «trata con ilusiones, no con tierra y uva». La tensión entre los dos ex volvió a agudizarse por la batalla legal por el viñedo provenzal de Château Miraval, en Francia, del que las dos estrellas eran copropietarios.