Pitbulls, bulldogs, rotweilers. Estas son las razas que siempre son vistas con recelo. Sin embargo, advierten los expertos, no es posible establecer el riesgo de una mayor agresión sobre la base de la pertenencia a una raza. Los perros más peligrosos son aquellos cuyos dueños están menos atentos a adiestrarlos. O más ansiosa. Y se dice que agresión rima con gran tamaño. De lo contrario.

Saben interpretar la salud de su humano de referencia, entender si está sufriendo emocionalmente y, si es necesario, saber dispensar una dosis extra de afecto: los perros son auténticos ansiolíticos naturales (¡y sí, son adictivos!). Todos pueden ser. Pero algunas razas son particularmente empáticas.