No sólo los enfrentamientos frente a la sede de la RAI en Nápoles en defensa del llamamiento de Ghali “contra el genocidio”. La guerra en la Franja de Gaza se convierte también en un caso político en Italia debido a la visa denegada por Tel Aviv a Francesca Albanese, relatora especial de las Naciones Unidas para la violación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados. ¿La razón? Un Tweet que expresa una posición clara: «Las víctimas del 7/10 no fueron asesinadas por su judaísmo, sino como reacción a la opresión de Israel»

Entrenamiento secreto y voluntad fuerte.

Incluso en una era de inteligencia artificial y drones pilotados a distancia, la guerra es una furia primitiva y golpea, hoy como ayer, los cuerpos de las mujeres: capturadas, violadas, vilipendiadas. A través de los cuerpos de sus mujeres es el pueblo enemigo el que se indigna, en un mundo que se basa en el odio heredado, en los abusos mutuos, en la opresión infligida y sufrida durante siglos. Desde Noa Argamani, separada de su novio y secuestrada por dos combatientes en motocicleta mientras estaba en una rave en el desierto, hasta Yaffa Adar, de ochenta y cinco años, sacada de su kibutz, las historias de las mujeres secuestradas por Hamás milicianos